El inicio de un nuevo ciclo lectivo puede ser emocionante, pero también generar algo de nervios y preocupación en muchos chicos. A algunos, les cuesta adaptarse a una escuela nueva, a otros les inquieta cómo será el año, si harán amigos o qué opinarán los docentes. También está la presión de rendir bien en las materias. Todo esto es normal y, en la mayor��a de los casos, esos nervios se van desvaneciendo con el paso de los días.

Según la Dra. Shannon M. Bennett, directora asociada del Centro de Salud Mental Juvenil del New York-Presbyterian, los nervios por la vuelta al colegio son comunes y suelen desaparecer una vez establecida la rutina. Sin embargo, si la ansiedad persiste e interfiere en la vida del niño o la familia, es recomendable buscar apoyo profesional.

Los especialistas señalan que la ansiedad escolar puede manifestarse en cualquier etapa, pero estudios indican que entre el 8 y el 10% de los niños en edad escolar la padecen, y hasta uno de cada tres adolescentes podría desarrollar un trastorno de ansiedad antes de los 18 años.

Cómo ayudar a los chicos a afrontar la vuelta al colegio

Para reducir la ansiedad en los chicos y acompañarlos en este proceso, los especialistas recomiendan:

  1. Hablar sobre la rutina. Explicarles cómo será el día a día y qué materias cursarán puede ayudar a reducir la incertidumbre.
  2. Enfocarse en lo positivo. Destacar aspectos emocionantes como nuevos amigos, libros, útiles escolares y aprendizajes.

Consejos para padres de adolescentes

¿Cómo ayudar a los chicos a transitar el regreso escolar?

La transición escolar también puede generar ansiedad en los adolescentes. La Dra. Melissa Heatly, psicóloga infantil y juvenil, sugiere que los padres validen sus emociones y los escuchen sin intentar “arreglar” la situación. Es habitual que los adolescentes se preocupen por cuestiones como la ropa o los útiles escolares. Permitirles estas fijaciones saludables puede ayudarlos a gestionar su ansiedad.

Para acompañar mejor a los chicos en este proceso, la Dra. Allison Stiles, también psicóloga infantil, recomienda:

  • Mantener estructura y rutina. Esto proporciona seguridad y estabilidad.
  • Escuchar activamente. Mostrar interés y validar sus sentimientos es clave.
  • Comunicarse con la escuela. Si hay preocupaciones persistentes, es recomendable hablar con docentes o directivos.

Cuándo buscar ayuda profesional

Si la ansiedad del niño o adolescente persiste y afecta su vida diaria, es importante consultar con un profesional de la salud mental o un pediatra. La intervención temprana puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional y académico.