20 de agosto, Día Mundial de la Papa Frita: su origen y una disputa histórica
Bélgica y Francia reclaman su invención, cada uno con relatos fascinantes.
Este 20 de agosto se celebra el Día Mundial de la Papa Frita, una de las guarniciones más populares y un ícono culinario global. Más allá de su innegable popularidad, la historia de este manjar es tan crujiente como su textura, envuelta en un debate milenario entre Bélgica y Francia por su origen.
Ambas naciones se atribuyen la creación de la "frite", una disputa que hoy en día sigue avivando el debate gastronómico.
El misterio de su origen
La contienda por la paternidad de la papa frita es un capítulo fascinante de la historia culinaria. Los belgas sostienen que su creación se remonta al invierno de 1680, en la región de Namur. La leyenda cuenta que los habitantes de esta zona solían freír pequeños pescados como parte de su dieta.
Sin embargo, al congelarse los ríos y no poder pescar, decidieron cortar las papas en forma de pescado y freírlas, dando origen a la versión que hoy conocemos.
Por su parte, los franceses defienden la idea de que la papa frita fue introducida en su país a finales del siglo XVIII. Se le atribuye al cocinero de la corte de Luis XVI, Antoine-Augustin Parmentier, quien buscaba popularizar el consumo de la papa, un tubérculo que en esa época era visto con recelo y se utilizaba principalmente como alimento para el ganado.
La anécdota cuenta que Parmentier ofreció un banquete a la realeza, sirviendo papas de diversas formas, y así logró que el tubérculo fuera aceptado y, eventualmente, amado por la sociedad francesa.