Cada año, millones de perros en Argentina enfrentan el abandono y sobreviven en condiciones precarias en las calles. Este fenómeno plantea una problemática social y sanitaria, donde el cuidado y la integración responsable de los animales de compañía adquieren un papel central en la vida cotidiana de familias y comunidades.

Es por ello que se busca promover la reflexión sobre el impacto emocional y social de esta decisión y la transformación de los vínculos entre humanos y animales. Según datos recientes, estas tendencias ya generan cambios visibles en los hogares argentinos.

Argentina frente a la superpoblación canina y la adopción

En Argentina, más de 20 millones de perros viven en situación de calle, de acuerdo con información del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires. Este número representa casi la mitad de la población canina nacional y evidencia un desafío estructural para la salud pública y el bienestar animal. Solo el 10% de ellos logra ser adoptado, mientras que el resto continúa expuesto al abandono, desnutrición y enfermedades, algunas de las cuales pueden transmitirse a personas, como la rabia y otras zoonosis.

20 millones de perros en la calle: el desafío sanitario y social en Argentina

Según cifras correspondientes al año 2024 de la consultora KANTAR división Insights, el 64% de los tutores caninos en Argentina adoptó, lo que evidencia una tendencia creciente de la adopción frente a otras formas de adquisición. El 75% de quienes tienen perro considera a su animal “como un hijo”, percepción que se intensifica en mujeres, personas menores de 50 años y sectores socioeconómicos más vulnerables.

Las motivaciones y consecuencias de la adopción animal exceden el ámbito individual y revelan cambios profundos en los vínculos y valores sociales. Según datos aportados por el psicólogo Marcos Díaz Videla, la preferencia por la adopción frente a la compra es una tendencia consolidada en el país.

20 millones de perros en la calle: el desafío sanitario y social en Argentina

El especialista en Antrozoología expresó: “El relevamiento que se hizo sobre métodos de adquisición mostró que dos de cada tres animales de compañía en los hogares habían sido adoptados de refugio o rescatados”. Esta decisión tiene un fuerte impacto en el bienestar de los animales y de la sociedad en su conjunto.

También profundizó sobre el proceso de integración y afirmó: “Es una creencia muy popular que está muy difundida y que es bastante romántica”, en referencia a la idea de que los animales rescatados son más agradecidos que otros. Sin embargo, añadió: “Se vio que los que habían sido adoptados de refugio tendían a mejorar su conducta bastante rápido, respondían con mucha más alegría y sentimientos positivos a caricias o a cuando se les prestaba atención”.

Al abordar las dificultades iniciales, sostuvo: “Hay una frase que circula en internet que es algo así como: un perro rescatado necesita tres días para calmarse, tres semanas para aprender la rutina del hogar y tres meses para sentirlo su hogar”. /Infobae

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