Cada 30 de julio, el mundo conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas, una fecha establecida por la Asamblea General de la ONU en 2013 con el propósito de sensibilizar a la sociedad y a los gobiernos sobre la creciente problemática de este delito transnacional.

La trata de personas, perpetrada por la delincuencia organizada, continúa siendo una grave lacra que somete a miles de hombres, mujeres y niños a la explotación sexual, el trabajo forzado y la esclavitud, representando una flagrante violación de los derechos humanos.

Entre 2020 y 2023, más de 200.000 víctimas fueron detectadas a nivel global
Entre 2020 y 2023, más de 200.000 víctimas fueron detectadas a nivel global

Cifras que alarman y redes que se fortalecen

Entre 2020 y 2023, más de 200.000 víctimas fueron detectadas a nivel global, una cifra que, según los expertos, es solo la punta del iceberg. Se estima que el número real de casos no denunciados es significativamente mayor, evidenciando la magnitud oculta de esta problemática. Las redes delictivas organizadas aprovechan los flujos migratorios, las cadenas de suministro globales, las lagunas legales y económicas, y las plataformas digitales para facilitar la trata transfronteriza a gran escala.

Obtienen enormes beneficios del trabajo forzoso, la explotación sexual y la coacción para actividades delictivas como estafas en línea y tráfico de drogas. Las víctimas son trasladadas a distancias cada vez más largas, sufren mayor violencia y son explotadas por períodos más prolongados, todo en pos de mayores lucros para los tratantes.

Justicia insuficiente y el papel crucial de las fuerzas del orden

A pesar de algunos avances, la respuesta de la justicia penal a nivel mundial es aún insuficiente para hacer frente a la complejidad de este delito. Para desmantelar eficazmente estas redes y garantizar justicia para los supervivientes, es imperativo que las fuerzas del orden apliquen leyes estrictas, realicen investigaciones proactivas, refuercen la cooperación transfronteriza, se enfoquen en las finanzas delictivas de estas organizaciones y aprovechen la tecnología para identificar y desarticular a los responsables.

La campaña de este año, impulsada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), subraya el rol fundamental de las fuerzas del orden y el sistema de justicia penal, al tiempo que enfatiza la necesidad de un enfoque centrado en las víctimas, brindándoles protección, apoyo y acceso efectivo a la justicia.

La campaña de este año destaca el papel crucial de las fuerzas del orden y el sistema de justicia penal en el desmantelamiento de las redes.
La campaña de este año destaca el papel crucial de las fuerzas del orden y el sistema de justicia penal en el desmantelamiento de las redes.

Un compromiso global contra la explotación

La UNODC, como garante de la Convención contra el Crimen Organizado Transnacional y sus Protocolos, asiste a los Estados en la implementación del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas.

Este protocolo, en su artículo 3, define la trata como la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas mediante el uso de la fuerza, coacción, rapto, fraude, engaño, abuso de poder o situación de vulnerabilidad, con fines de explotación, incluyendo la explotación sexual, trabajos forzados, esclavitud o extracción de órganos.

La colaboración entre organismos policiales, servicios de seguridad fronteriza y grupos de trabajo especializados es vital para combatir este flagelo, utilizando tanto plataformas en línea como actividades de divulgación presencial en zonas de alto tránsito, como centros de transporte.