Advertencia del Gobierno a los médicos del Garrahan tras el anuncio de aumento salarial
"A partir de mañana, el que no trabaje será despedido", dijeron.
El reciente anuncio del directorio del Hospital Garrahan sobre el aumento salarial para los residentes ha generado un ambiente de tensión y descontento entre los trabajadores de la salud. Este incremento busca elevar los ingresos de los residentes a aproximadamente $1.300.000, una medida que, según el Gobierno, tiene como objetivo desactivar un conflicto que ha ido escalando en el entorno hospitalario.
El Gobierno, a través de la voz del subsecretario de Prensa, Javier Lanari, destacó que se espera que la mayoría de los residentes deseen continuar trabajando en el hospital, sugiriendo que solo un grupo reducido podría persistir en la protesta. Sin embargo, este anuncio fue recibido con críticas tanto por parte de los residentes como de la junta directiva de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), quienes expresaron su descontento con la forma en que se comunicó la decisión: a través de redes sociales. ATE Garrahan se ha pronunciado al respecto, convocando a una asamblea programada para el próximo martes a las 13:00 en las instalaciones del hospital. En el comunicado emitido, la organización sindical subrayó la importancia de la unidad entre todos los trabajadores, sean de planta o residentes, para enfrentar lo que consideran una "gravísima situación".
Además, no descartaron la posibilidad de llevar a cabo paros y movilizaciones en respuesta a la situación actual. La respuesta del Gobierno no se hizo esperar, y se lanzó una advertencia clara a los médicos del hospital: aquellos que decidan no trabajar a partir de mañana enfrentarán el despido. Esta declaración ha añadido más leña al fuego en un contexto ya cargado de tensión, donde las palabras del subsecretario de Prensa, al referirse al hospital como un "refugio de ñoquis K", han resonado con fuerza y han sido interpretadas como una descalificación a la labor de muchos trabajadores del hospital.
En este escenario, se plantea un panorama complejo, donde el aumento salarial, aunque podría considerarse un avance, no ha logrado apaciguar el descontento generalizado entre los residentes y otros trabajadores del Garrahan. La situación es un reflejo de las tensiones más amplias que enfrenta el sistema de salud pública en Argentina, donde los desafíos económicos y la demanda de mejores condiciones laborales se entrelazan en un contexto de creciente incertidumbre.