Caída de ventas en el Mercado de Concentración Frutihortícola de Tucumán: precios bajos pero demanda contenida

El Mercado de Concentración Frutihortícola de Tucumán (MERCOFRUT) atraviesa un marcado descenso en las ventas, según el diagnóstico público de Juan Carlos Santillán, referente del sector, en declaraciones a LV12. Santillán puso de relieve una paradoja: pese a la reducción de los precios de frutas y verduras, la demanda no logra recuperarse.

El dirigente subrayó la pérdida de poder adquisitivo entre los consumidores como factor central. “Estamos con muy bajas ventas, no hay poder adquisitivo en la gente. Las expectativas después de las elecciones son buenas; los precios están muy accesibles pero las familias no compran”, señaló. Esta situación refleja una dinámica en la cual la simple disminución de precios no es suficiente para reactivar el consumo si los ingresos de los hogares permanecen contraídos.

En términos productivos, Santillán describió una reducción drástica del consumo y una focalización de las compras en lo esencial. Mencionó el final de la temporada del norte para productos como el tomate y la transición al trabajo con mercadería local en Lules —donde se cosechan tomate, pimiento y berenjena—, pero con una demanda que no absorbe la oferta: “no hay demanda de mercadería y sobra la producción. Se tira mercadería de hoja de forma alarmante”.

La conjunción de precios bajos, exceso de stock y una recesión generalizada impacta también en la actividad minorista. Santillán destacó que los días de mayor movimiento, como los sábados, han perdido afluencia: la falta de poder adquisitivo y los costos de traslado desincentivan las compras individuales, por lo que muchas familias se organizan para comprar en conjunto un cajón, operación que resulta más económica por unidad adquirida.

El cuadro que presenta MERCOFRUT plantea tensiones en varias esferas: pérdida de ingreso para productores y comercializadores, desperdicio de alimentos y dificultades logísticas para mantener la cadena de valor. La situación exige, según el sector, medidas que atiendan tanto la reactivación de la demanda mediante mejoras en el poder adquisitivo como políticas que faciliten la comercialización y reduzcan las pérdidas postcosecha.