Alerta máxima por la llegada de los “Hells Angels”: quiénes son y qué hacen en Argentina
La emblemática cofradía de motociclistas, nacida en la posguerra estadounidense, volvió a aparecer en el país. Con fama de contracultura, excesos y violencia, sus miembros coparon un hotel en La Plata, donde se esperan hasta 2.000 participantes en un encuentro internacional.
Los Hells Angels (Ángeles del Infierno), la mítica hermandad de motoqueros nacida en la Costa Oeste de Estados Unidos, desembarcaron en La Plata, donde alquilaron casi todo un hotel y donde se espera la llegada de entre 1.500 y 3.000 integrantes en los próximos días.
Según medios locales, alrededor de 150 miembros ya están en la capital bonaerense, hospedados en el Hotel Grand Brizo y otros alojamientos del centro. Vestidos con sus tradicionales chalecos de cuero con insignias del grupo, se los vio en bares y calles de la ciudad, algunos provenientes de lugares tan diversos como Nueva York, Nueva Jersey, Lituania y Grecia.
La presencia de los Ángeles del Infierno responde al World Run, un encuentro anual que reúne a miembros de todo el mundo. En esta ocasión, el evento fue organizado en La Plata, entre el 15 y el 18 de octubre, luego de haberse realizado en Buenos Aires en 2014. El encuentro debía desarrollarse en el predio del Sindicato de Obras Sanitarias de Buenos Aires (SOSBA), en Ensenada, aunque las negociaciones con el gremio se suspendieron y los organizadores aún buscan una nueva sede.
La historia del grupo se remonta a Oakland, California, en 1957, cuando jóvenes excombatientes de la Segunda Guerra Mundial canalizaron su rebeldía a través de las motocicletas, la contracultura y el desafío a la autoridad. Con el tiempo, se expandieron en “capítulos” por distintas ciudades, y su fama creció tanto por su estética de cuero y barbas como por su reputación de violencia y vandalismo.
En los años 60 y 70, los Hells Angels fueron vinculados al consumo de marihuana y LSD, y al recital de los Rolling Stones en Altamont (1969), donde un asistente fue asesinado durante un disturbio. El Congreso de EE. UU. incluso sancionó leyes para perseguirlos como organización criminal.
A pesar de ese pasado turbulento, la cofradía se transformó en una red internacional con presencia en Europa, Canadá y Oceanía. Hoy, sus capítulos operan como clubes oficiales, con jerarquías y reglas internas, aunque sin perder el halo de misterio y peligro que los acompaña desde hace más de seis décadas.
En La Plata, por ahora, los Ángeles del Infierno se muestran tranquilos. Pero su llegada masiva —a 10.000 kilómetros de su California natal— vuelve a poner en escena a uno de los grupos más famosos y polémicos de la cultura motociclista mundial.