Otra vez faltan las chapas metálicas. La situación genera complicaciones a diario en todos los registros del país, especialmente los que están dedicados a la registración de motos.

No es la primera vez que esto ocurre en la historia reciente: a fines del año pasado durante el gobierno de Alberto Fernández ya se había autorizado el uso de patentes de papel ante la imposibilidad de adquirir chapa en el exterior. En aquel contexto se había dado por la falta de dólares y las restricciones a la importación, pero esta vez el problema parece ser diferente.

Los Registros del Automotor han sido desde la campaña electoral, una de las banderas que esgrimió Javier Milei como un negocio de la política que tenía por objetivo eliminar apenas fuera posible. En el DNU del 21 de diciembre de 2023, ya en funciones, el gobierno había puesto la fecha del 2 de mayo como plazo máximo para que comenzara a funcionar un Registro Automotor remoto, abierto, estandarizado y accesible.

La fecha no sólo no se cumplió hasta el momento, casi tres meses después, sino que no parece muy posible en el corto plazo, aunque el Ministerio de Justicia intervino más de 130 registros y suspendió la apertura de 12 nuevas dependencias que estaban próximas a abrirse. Lo hizo a través de la Resolución (209/2024) publicada en el Boletín Oficial el 8 de mayo.

“Los patentamientos y entrega de cédulas de identificación (cédula verde) no se vieron afectados en julio y los números los van a confirmar este miércoles, cuando el cierre del mes permita comprobar que estaremos cerca de las 43.000 unidades. Pero si no se normaliza la provisión desde Casa de la Moneda, posiblemente haya dificultades en el mes de agosto. Sería una lástima, justo cuando el mercado automotor está empezando a repuntar consistentemente”, dijo una fuente. 

Esta nueva demora en las entregas de insumos para matrículas y cédulas verdes, sin embargo, no es causada por las mismas circunstancias que se padecieron en 2023, cuando estaban motivadas por la falta de dólares en las reservas del Banco Central. Aquella situación paralizó muchas importaciones a través de las SIRA, los permisos de importación que no se emitían en tiempo y forma, lo que afectó al sector automotriz en todos sus estados, desde la producción hasta la importación de autopartes y vehículos terminados.

Ahora, con la importación de insumos completamente libre, e incluso con la reducción al 50% de los plazos de pago que bajaron de 180 a 90 días para productos terminados, y de cuatro pagos a 30, 60, 90 y 120 días a dos de 30 y 60, las razones por las que pueden haber faltantes de placas y cédulas verdes no pueden ser las mismas.

Sin decirlo oficialmente, fuentes del sector afirmaron que “este problema no debería existir. No hay razones que lo justifiquen. Salvo que sea adrede para tener más razones que justifiquen cerrar los Registros del Automotor bajo la excusa de su mal funcionamiento. Las cédulas se pueden hacer digitales, el problema más grande es el de las patentes, porque son obligatorias para poder circular tanto para automóviles como para motocicletas”.

Mientras todo este proceso continúa, ya están conformadas las comisiones en la Cámara de Diputados para comenzar el tratamiento del proyecto de Ley de la Diputada Patricia Vásquez (Pro), que paralelamente a la decisión del gobierno de Milei de transformar el sistema registral automotor argentino, impulsa su cierre definitivo y su reemplazo por un sistema completamente digital.