El Ministerio de Capital Humano anunció este miércoles que desde enero de 2027 se pondrá en marcha el llamado Sistema Argentino de Créditos Académicos Universitarios (SACAU), un formato similar al que se aplica en algunos países de Europa y en Estados Unidos, a través del cual, además de reconocerse las horas cátedra cursadas, se pondera el tiempo autónomo que los alumnos destinan a las materias, lo que en el sector empiezan a llamar “horas asincrónicas”, es decir, tiempo de estudio, sea para trabajos, proyectos o resolución de actividades puntuales, como para preparación de exámenes.

La información constituye un punto de inflexión para el mundo universitario argentino, pero muy en particular para las nuevas carreras que pretendan tener reconocimiento oficial desde 2027. Salvo que se defina prorrogar por hasta dos años más la implementación del SACAU (aclara el comunicado oficial), son ésas las que deberán ponerlo en marcha primero. Si bien las carreras que ya existen no estarán obligadas a hacer ningún cambio, desde la secretaría de Educación esperan que “de a poco se vayan sumando, tal como pasó con la acreditación de la CONEAU”, explicó Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias.

A diferencia del modelo centrado exclusivamente en las horas de docencia, según informaron, los créditos tienen en cuenta también el tiempo total que un estudiante dedica a una asignatura: horas de clase (presenciales o virtuales) y trabajo autónomo (actividades, lectura, tareas, trabajos, proyectos, preparación de exámenes, resolución de actividades). Cada crédito académico equivaldrá a entre 25 y 30 horas de dedicación académica, similar al sistema europeo.

Los planes deberán organizarse con un promedio de 60 créditos anuales. Y será obligatoria para todas las carreras que soliciten su aprobación y validez nacional a partir del 1° de enero de 2027, con posibilidad de prórroga por hasta dos años. Las acreditaciones actuales no vencerán y las instituciones podrán optar por sumar las carreras ya vigentes a este nuevo sistema.

El funcionario detalló que los objetivos de este nuevo sistema estandarizado son:

  • Transparencia: hace más claro cuánto tiempo requiere cada curso o carrera
  • Flexibilidad: facilita cambiar de carrera, universidad o cursar asignaturas en otras instituciones (dentro y fuera de la Argentina).
  • Movilidad: permite que los estudios sean reconocidos internacionalmente, ayudando a estudiantes y profesionales a continuar su formación o trabajar en el extranjero.
  • Previsibilidad: ayuda a los estudiantes a planificar mejor sus trayectorias académicas sabiendo el total de horas que le llevará cursar, estudiar, hacer trabajos, etc.

Además de que esperan una transición progresiva, este nuevo sistema podrá derivar en carreras más cortas, de dos a cuatro años, siempre que cumplan con un mínimo de 60 créditos por año académico.

Las carreras, sin embargo, también deberán cumplir con Sistemas Institucionales de Aseguramiento de Calidad (SIAC), para garantizar la calidad de las carreras frente a la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau). Fue consensuado en simultáneo al sistema de créditos, pero aún no se publicó la resolución.

A su vez, algunas carreras como medicina – y todas aquellas cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés publico, según el artículo 43 de la Ley de Educación Superior– consideradas profesiones reguladas, deberán cumplir también con sus propios estándares y las definiciones legales que regulan cada actividad.

Según coincidieron fuentes universitarias, el gobierno anterior ya había intentado impulsar este cambio. Se trata, a su vez, de uno de los objetivos del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que integran todos los rectores de las casas de altos estudios nacionales. Tuvo un antecedente en octubre de 2023, cuando el ministro de Educación era Jaime Perczyk y aprobaron una resolución para implementar este sistema, pero hubo algunas disidencias para aplicarlo.

Tras haber hecho esos ajustes, este sistema se aprobó de manera unánime, por el Consejo de Universidades –integrado por todas las instituciones académicas tanto públicas como privadas– en diciembre pasado. Según contestó Álvarez decidieron informarlo ahora por cuestiones de agenda en las comunicaciones del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello.