En la noche del domingo, un significativo corte de luz se registró en diversas zonas de Rosario, generando inconvenientes tanto en los hogares como en el sistema de alumbrado público. Este episodio se suma a una serie de dificultades en la prestación de servicios que la ciudad ha experimentado en días recientes. 

El sábado, por su parte, los residentes de Rosario enfrentaron un corte generalizado en el suministro de agua, que en algunos barrios se extendió hasta el día siguiente, lo que dejó a muchos ciudadanos sin acceso a este recurso esencial durante un periodo prolongado. Las interrupciones en los servicios básicos no se limitaron a Rosario. 

En La Plata, dos apagones ocurridos a las 22:48 y 23:30 del mismo sábado generaron una controversia adicional al obligar a prorrogar el cierre de listas para las elecciones en la provincia. Este hecho provocó reacciones de desconfianza y suspicacias en el ámbito político, con acusaciones de “juego sucio” en el manejo de los tiempos electorales. 

En respuesta a estas interrupciones, la Junta Electoral decidió extender el plazo para la recepción de presentaciones hasta el lunes a las 14 horas. Frente a esta situación, el presidente Javier Milei expresó su preocupación, señalando que “no dimensionan el monstruo que enfrentamos”, en alusión a los desafíos que implican las fallas en los servicios públicos. 

La empresa distribuidora de electricidad, Edelap, se vio en el centro de la polémica, aunque no se han brindado explicaciones detalladas sobre las causas de estos cortes. La serie de cortes de luz y agua en Rosario y La Plata ha puesto de manifiesto las tensiones inherentes a la infraestructura de servicios en la región, así como la necesidad de un análisis profundo sobre la capacidad de respuesta de las empresas encargadas de su gestión. 

En un contexto donde la población depende cada vez más de estos servicios, la demanda por soluciones efectivas y sostenibles se hace más urgente que nunca.