La fiscalía que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman se encuentra en el proceso de preparar citaciones para un grupo de 90 militares del área de Inteligencia que desempeñaron sus funciones bajo la gestión del ex jefe del Ejército César Milani. Además, se planea convocar a una parte significativa de los más de 200 miembros identificados como Personal Civil de Inteligencia (PCI) que operan en diversos organismos de las fuerzas armadas.

Según fuentes cercanas al caso, las primeras citaciones se comenzarán a enviar durante la primera semana de agosto, coincidiendo con el final de la feria judicial.

Cristina Kirchner y ex jefe del Ejército César Milani, en 2016.

La mayoría de los militares convocados todavía se encuentran en actividad y muchos de ellos continúan trabajando en el área de Inteligencia, según confirmaron desde el Ministerio de Defensa a la justicia.

La fiscalía de Eduardo Taiano recibió nueva información tras la orden del gobierno de Milei de desclasificar los archivos secretos relacionados con todas las fuerzas de seguridad en torno al caso Nisman.

Este desarrollo marca la primera vez que, desde el inicio de la investigación de la muerte del fiscal hace 8 años, los nombres y organigramas de la infraestructura de inteligencia militar que estaba bajo la dirección de Milani durante la presidencia de Cristina Kirchner son presentados ante la justicia.

La hipótesis de la fiscalía sugiere que la muerte de Nisman fue planeada y ejecutada desde un sector de los servicios de inteligencia, en un contexto de tensiones internas en la SIDE, después de la expulsión del jefe de agentes Antonio Stiuso, y la existencia de una inteligencia paralela del Ejército que Milani gestionaba y que fue integrada por Cristina Kirchner al sistema de inteligencia nacional.

Entre 2010 y 2014, justo antes de la muerte de Nisman, el presupuesto del Ejército se incrementó cinco veces más que el de la SIDE.

Nisman fue encontrado muerto el 18 de enero de 2015, solo cuatro días después de haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por supuestamente haber llegado a un acuerdo con Irán para encubrir a los responsables del atentado a la AMIA en 1994, que dejó 85 muertos.

Diez años después, la ex presidenta aún enfrenta un juicio por esa acusación.

En este contexto, la fiscalía de Taiano ya ha tomado declaración a más de 60 ex espías de la SIDE, cuyos testimonios han revelado datos específicos sobre agentes de inteligencia del Ejército que colaboraban estrechamente con los agentes de la Secretaría.

Entre los que podrían tener información relevante se encuentran Pocino, Mena y Milani, quienes fueron hombres de máxima confianza de Cristina Kirchner y mantuvieron comunicación entre sí el día del hallazgo del cuerpo de Nisman.

Aquella jornada, mientras los custodios intentaban localizar a Nisman, Pocino realizó una llamada a Milani desde Pinamar a las 13:45 y conversaron durante casi 7 minutos. Posteriormente, Pocino intentó comunicarse con Mena en tres ocasiones.

Después de su última llamada a Mena a las 16:16, Pocino volvió a contactar a Milani a las 17:06 por un lapso de 94 segundos. En total, se registraron 12 comunicaciones entre Pocino y Mena ese día.

Fernando Pocino, Juan Martín Mena y César Milani. (Imagen: Clarín)

A diferencia de Pocino, tanto Mena como Milani no han declarado en el caso. Sin embargo, Pocino sí lo hizo y mencionó que recibió órdenes de Oscar Parrilli, entonces interventor de la SIDE, para vigilar la fiscalía de Viviana Fein mientras se investigaba la muerte de Nisman, en un contexto en el que el gobierno promovía la hipótesis del suicidio.

Dicha orden de Parrilli fue considerada ilegal, dado que ningún agente de inteligencia puede espiar las actividades de una fiscalía sin una orden judicial.

Para realizar los más de 200 nuevos testimonios de los militares y agentes civiles de inteligencia, así como para analizar los numerosos cruces telefónicos que han surgido de los documentos recientemente desclasificados, el fiscal Taiano y su auxiliar, Hernán Kleiman, han solicitado a la Procuración un refuerzo de personal, que incluiría cinco empleados judiciales adicionales.

En la actualidad, el equipo que investiga la muerte de Nisman está compuesto por apenas siete personas.

La Procuración deberá solicitar un aumento de presupuesto al Ministerio de Economía para poder autorizar este refuerzo, que incluiría cargos de diferentes niveles en la carrera judicial: un secretario letrado, un secretario de fiscalía, un jefe de despacho y dos prosecretarios administrativos.

En las fuerzas armadas, existe cierta incomodidad ante las inminentes citaciones, ya que algunos de los testigos han expresado a sus superiores que estas convocatorias podrían interpretarse como una "mancha" en sus legajos, lo que podría afectar sus posibilidades de ascenso en el futuro.

"A pesar de que solo se trata de declaraciones testimoniales y no hay imputaciones, la simple citación por la muerte de Nisman puede perjudicar sus carreras profesionales", comentó una fuente con conocimiento de la situación interna militar.

En relación a la muerte de Nisman, actualmente están procesados el ex empleado informático de su fiscalía, Diego Lagomarsino, y los ex custodios de la Policía Federal que debían protegerlo y lo dejaron solo durante un periodo de 15 horas, durante el cual Nisman fue encontrado muerto con un disparo de un arma que pertenecía a Lagomarsino.