La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (Cammesa) publicó recientemente un informe que analiza la situación del sistema energético de la Argentina de cara a la próxima temporada estival y en el marco de cambios recientes en la comercialización de energía.

El documento presenta diversos escenarios de generación eléctrica y destaca dos diferencias principales respecto del verano anterior, cuando el sistema enfrentó picos de demanda consecutivos derivados de jornadas de altas temperaturas. En primer lugar, se señala como factor de alivio la mejora en la disponibilidad de generación de los países vecinos: Brasil y Paraguay atraviesan una mejor etapa en sus capacidades de producción eléctrica, lo que contribuye a contar con opciones de intercambio más sólidas en casos de necesidad.

En segundo término, Cammesa indica que se puso en valor un conjunto de centrales generadoras que estaban en desuso. Estas unidades, hoy operacionalmente disponibles, amplían la capacidad de respuesta del sistema ante contingencias puntuales, reduciendo la exposición frente a eventuales déficits de suministro.

No obstante, el informe subraya que la principal incertidumbre sigue siendo el comportamiento del clima. Aunque los pronósticos anticipan un verano con temperaturas superiores a las habituales, el impacto real sobre la demanda dependerá de la duración y frecuencia de las olas de calor, factores que pueden propiciar situaciones de estrés para la red.

En cuanto a la composición del suministro energético, Cammesa registra que el 54% de la energía que consume el país proviene de fuentes renovables, con una predominancia notable de la generación hídrica. En el segmento no renovable, la carga mayor recae en el parque térmico, que sigue siendo clave para garantizar la continuidad del servicio, especialmente en períodos de máxima demanda o cuando la disponibilidad hídrica se reduce.

El informe, por tanto, combina señales alentadoras sobre mayor disponibilidad regional y reactivación de unidades generadoras con la prudencia frente a variables climáticas que podrían determinar el desempeño del sistema eléctrico durante el verano. La lectura implica monitoreo continuo y coordinación entre actores del mercado para enfrentar escenarios adversos sin comprometer la seguridad del suministro.