Megan Kerrigan Byron se convirtió en el centro de atención mediática tras un incidente ocurrido en un concierto de Coldplay, donde su esposo, Andy Byron, CEO de la firma tecnológica Astronomer, fue captado en la “Kiss Cam” junto a una colega. Este evento, que tuvo lugar el 16 de julio de 2025 en Boston, sorprendió a muchos, ya que Byron había mantenido un perfil bajo hasta ese momento.

El momento se volvió viral cuando el cantante Chris Martin bromeó sobre una pareja que apareció en pantalla, identificándose posteriormente al hombre como Andy Byron y a la mujer como Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de Astronomer. Ambos estaban aparentemente casados con otras personas, lo que generó un revuelo considerable en las redes sociales. 

Destapan infidelidad de Andy Byron, CEO de Astronomer, en concierto de Coldplay

Ante la repercusión del video, Megan Kerrigan Byron decidió desactivar su perfil de Facebook, lo que provocó una ola de especulaciones sobre su estado emocional y cómo estaba lidiando con la situación. La pareja, que reside en Nueva York y tiene dos hijos, había mantenido una vida familiar discreta, y este escándalo alteró esa dinámica.

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Según información de National World, Andy Byron asumió el cargo de CEO de Astronomer en julio de 2023, una empresa valorada en más de 1,300 millones de dólares. A partir del incidente, Megan ha optado por mantenerse alejada de la atención pública, sin hacer declaraciones sobre el escándalo que involucra a su esposo. 

El impacto del incidente se extendió más allá de lo personal, ya que el meme del escándalo comenzó a circular en plataformas como TikTok, X, Instagram y Facebook, generando debates sobre la privacidad y la exposición de figuras ejecutivas. En comunidades relacionadas con la tecnología, se discutió el uso de herramientas como el reconocimiento facial y los riesgos que enfrentan las personalidades corporativas en situaciones similares.

El suceso ha planteado interrogantes sobre la ética profesional y la delgada línea entre lo privado y lo público, además de las posibles repercusiones en la reputación de la empresa y la posibilidad de acciones legales o internas en el ámbito laboral.

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