De acuerdo al urólogo Fernando Cenice, la eyaculación precoz es la disfunción sexual más común en el hombre y se puede presentar a cualquier edad. Sostiene que los factores que la causan son múltiples. “Antes se pensaba que tenía sólo un componente psicológico, pero hoy sabemos que hay componentes neurobiológicos implicados en la eyaculación y en el desencadenamiento de esta patología”, señaló.

El profesional explicó que el cerebro envía señales químicas al cuerpo para distintas funciones, en este caso, un mensajero químico (la serotonina) estimula a diferentes órganos para que se produzcan distintas funciones. “Cuando hay aumento de la secreción o aumento de la recaptación de la misma pueden aparecer distinto tipo de patologías. Si hay aumento de la recaptación de serotonina a nivel del estómago puede darse una gastritis, en la piel puede generar psoriasis y si se da en el frenillo puede provocar eyaculación precoz”, puntualizó.

El urólogo reconoció que en la eyaculación precoz existe un componente psicológico que puede ser una mezcla de ansiedad y depresión. Pero sostuvo que el segundo componente es la gran descarga de esos neurotransmisores que facilitan que la persona eyacule más rápido de lo que lo haría en otra situación.

Cenice comentó que la eyaculación precoz durante mucho tiempo no fue un problema por una cuestión cultural, por el machismo dominante durante muchos años en Latinoamérica que no permitía que la mujer reclame esos temas. “A partir del 80 comenzaron a aparecer mujeres que demandaban mayor duración de las relaciones con su pareja”, mencionó.

El especialista en urología dijo que la eyaculación precoz en un problema de pareja no de una sola persona, “porque un varón puede tener eyaculación precoz con una mujer, pero no con otra. La idea es que el tiempo de latencia se pueda manejar con tratamiento, de acuerdo a lo que la pareja quiera y necesite”.

Tratamientos

El profesional comentó que al principio se usaban medicamentos que disminuían la recaptación de la serotonina y, como consecuencia, prolongaban el tiempo de la eyaculación. “El tema es que esos medicamentos son en base a antidepresivos (aunque leves) que requieren tiempos largos de toma para producir los efectos. Y si suspendemos de golpe un tratamiento de esos, el paciente puede volver al inicio o peor”, comentó.

Cenice explicó que otra opción son los tratamientos a demanda, como una especie de sildenafil (la droga del viagra) pero para retardar la eyaculación. El médico utiliza el concepto de viagra para expresar que se consume, al igual que la otra medicación, una hora antes de mantener relaciones.

Cenice comentó que hay que vigilar cada caso en particular porque a veces los jóvenes con eyaculación precoz pueden mezclar el tratamiento (que contiene antidepresivos) con otras sustancias como alcohol, energizantes, tabaco y marihuana, entre otras drogas, lo que puede provocar serias consecuencias en la salud.

Eyaculación retardada: La más temida por las parejas

Para Cenice, la eyaculación retardada o anaeyaculación (no eyaculación) puede generar crisis de pareja “porque la mujer piensa que el hombre tuvo relación con otra persona y que por eso no tiene el volumen seminal de antes”.

El urólogo mencionó patologías y procedimientos médicos que pueden afectar el volumen eyaculatorio hasta hacerlo desaparecer. Por ejemplo, la diabetes que afecta la parte vascular y neurológica. “Con ciertas enfermedades, luego de una relación con escaso volumen de eyaculación, se puede encontrar semen en la orina. Cualquier cirugía prostática puede afectar la eyaculación y la fertilidad, no así la potencialidad”, puntualizó.

El médico recomendó que, antes de cualquier procedimiento prostático, se comunique al paciente que puede provocarle disminución de la eyaculación, hacer que la eyaculación vaya hacia atrás y disminuir la fertilidad. “Los medicamentos alfabloqueantes para la presión arterial también pueden provocar anaeyaculación”, finalizó.

El doctor Fernando Cenice es staff de Urosalud, un centro médico dedicado a la urología, ubicado en Maipú 697 de San Miguel de Tucumán. Abre de lunes a viernes, de 10 a 18.