Contaminación plástica: por qué reciclar no alcanza y la economía circular es la solución
Referentes internacionales debatieron en el webinario “Cerrando el ciclo: soluciones circulares para combatir la contaminación plástica”, organizado por Pacto Global Argentina
El desafío ambiental que representan los plásticos no se soluciona solo con reciclar. Así lo advirtieron referentes internacionales en el webinario “Cerrando el ciclo: soluciones circulares para combatir la contaminación plástica”, organizado por Pacto Global Argentina, donde se analizó el futuro del material más extendido en el planeta.
Durante el encuentro, el investigador Andrés Arias expuso la gravedad de los plásticos en ambientes acuáticos. Alertó que los microplásticos ya se encuentran en la cadena trófica marina de Argentina, desde el zooplancton hasta las ballenas. “El plástico está en el fondo del mar, en el agua de lluvia, en la sal, en los alimentos, en la sangre y hasta en la leche materna”, señaló, y agregó: “Lo que nos falta entender todavía es su verdadero impacto en la salud humana”.
Como parte de esa apuesta, la organización lanzó su Concurso Nacional de Economía Circular, que invita a empresas, instituciones y emprendedores a presentar iniciativas innovadoras para combatir esta problemática.
Arias también cuestionó los incentivos del mercado: la falta de precios que reflejen costos ambientales y los subsidios a los combustibles fósiles hacen que el plástico virgen sea más barato que el reciclado, obstaculizando un cambio real hacia modelos sostenibles.
Economía circular: rediseñar en lugar de descartar
La discusión giró en torno a las oportunidades de la economía circular. Estrategias como el ecodiseño, el refill y la simbiosis industrial se plantearon como claves para alargar el ciclo de vida del plástico. La trazabilidad digital, mediante blockchain o etiquetas inteligentes, y el uso de indicadores como la tasa de circularidad material, permiten medir el impacto y transformar al plástico en un recurso, no en un desecho.
La especialista del PNUMA, Hindara Pacheco, fue contundente: “Reciclar no basta. Necesitamos revalorizar el plástico, diseñarlo desde su origen con criterios de sostenibilidad y garantizar su trazabilidad”. Subrayó además las diferencias estructurales: “No podemos hablar de circularidad en América Latina con los mismos parámetros que en Alemania. Nuestras infraestructuras son diferentes, y las políticas deben adaptarse al contexto”.

Programas de ecoetiquetado e iniciativas como la Alianza Ambiental de las Américas aparecen como herramientas clave para que consumidores y empresas adopten decisiones más informadas.
Cooperación y conciencia ciudadana
Los especialistas coincidieron en que ninguna tecnología podrá limpiar por completo el daño ambiental ya causado. “Limpiar el océano es una utopía técnica y energética. La verdadera solución está en reducir la producción y cerrar el ciclo del plástico desde su diseño hasta su disposición final”, remarcó Arias.
Pacheco completó la idea: “Todo empieza por entender que cada elección de consumo tiene un costo ambiental y social”. La articulación entre gobiernos, empresas, academia y ciudadanos es esencial para acelerar la transición.
El evento concluyó con un mensaje claro: la contaminación plástica es una crisis silenciosa pero urgente. Desde Pacto Global Argentina se convocó a fortalecer los compromisos con los ODS 12 y 17, vinculados a la producción responsable y la cooperación internacional.