El conflicto entre los empresarios de ómnibus y los choferes afiliados a la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) recrudece con el correr de los días. 

La reducción del servicio de ómnibus en la provincia en un 25%, decidida por la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) está generando enormes complicaciones a la comunidad. Con el móvil de Los Primeros recorremos la zona de la Terminal de Ómnibus y la espera de los colectivos se hace larga. 

Hasta dos horas la gente hace fila para poder viajar, sumado a que las líneas vienen muy llenas y en condiciones paupérrimas. 

Parece que nada evitará el paro de ómnibus

Según expusieron los propietarios de las líneas de ómnibus en las últimas semanas, los aportes estatales para el sector están tan desactualizados que ni siquiera sumando los envíos de la Provincia y de la Nación alcanzan a cubrir las planillas salariales de las distintas firmas. Y plantearon que, como las tarifas del sector están reguladas -en Tucumán el boleto mínimo cuesta $120-, tampoco cuentan con otros ingresos, mientras que deben hacer frente a incrementos salariales y a altos costos en insumos (en especial, el gasoil).

Este jueves vence el plazo para que los empleados cobren el sueldo de agosto. Según versiones extraoficiales, las firmas nucleadas en Aetat podrían recibir en las próximas horas las compensaciones correspondientes al Gobierno provincial; sin embargo, los fondos nacionales podrían ser remitidos en el mejor de los casos el viernes, y debido a los trámites administrativos requeridos para que estos dineros lleguen efectivamente a las empresas, parece poco probable que impacten en las cuentas de los trabajadores esta semana.

Ante este escenario, los empresarios tienen resuelto distribuir entre el personal los subsidios que perciban en lo inmediato por parte de la Provincia, a modo de “desembolso a cuenta”. Pero en UTA anticiparon su rechazo a esta alternativa.