Un reciente informe de Argentinos por la Educación, basado en los resultados del Programa Aprender 2024 de la Secretaría de Educación de la Nación, advierte sobre una caída significativa en la terminalidad escolar: apenas 9 de cada 100 estudiantes que iniciaron la primaria en 2013 lograron completar la secundaria en tiempo y forma en 2024. Esta cifra representa un retroceso respecto a 2022, cuando ese indicador fue de 13 de cada 100.

El estudio enfatiza la relación entre contexto socioeconómico y rendimiento educativo. Más del 51% de los estudiantes, según el informe, proviene de hogares de bajos recursos, y las provincias con mayor pobreza estructural exhiben los peores resultados escolares. En ese marco, la desigualdad educativa y social aparece como el principal desafío: las jurisdicciones con mayores privaciones económicas concentran las mayores dificultades para garantizar aprendizajes básicos y la continuidad escolar.

A nivel provincial, los mejores índices de terminalidad se registraron en la Ciudad de Buenos Aires (23 de cada 100), seguida por Tierra del Fuego y Córdoba (13 de cada 100 cada una), territorios que también presentan mayores indicadores socioeconómicos. En el extremo opuesto se ubican Chaco (3 de cada 100) y las provincias de Santiago del Estero, Misiones y Catamarca (4 de cada 100), todas con altos niveles de desigualdad.

El estudio constituye, según sus autores, una llamada de atención urgente sobre la necesidad de políticas públicas orientadas a reducir la desigualdad y fortalecer trayectorias escolares. Aun con los esfuerzos en el sistema educativo, persisten brechas que impiden asegurar que la mayoría de los estudiantes alcancen la secundaria completa en tiempo y forma, con las competencias mínimas requeridas.