Día de la Hamburguesa: tres recetas irresistibles para celebrarla
Desde opciones clásicas hasta versiones veganas y sin TACC, una guía práctica para homenajear al sándwich más famoso del mundo.
Cada 28 de mayo se celebra el Día Internacional de la Hamburguesa, una fecha que rinde tributo a uno de los platos más populares y versátiles del planeta. Para festejarlo como se debe, nada mejor que animarse a la cocina y preparar versiones caseras, adaptadas a todos los gustos y necesidades alimentarias.
Aquí, tres recetas para agasajarse o compartir.
1. Clásica y siempre vigente
La hamburguesa tradicional no falla: carne de vaca, pan suave, queso cheddar, lechuga, tomate, cebolla y una mezcla de salsas a gusto. Su origen moderno se remonta a los inmigrantes alemanes que llevaron el "filete estilo Hamburgo" a Estados Unidos. Desde allí conquistó el mundo.
Tips de preparación:
Carne molida bien sazonada (sal, pimienta, huevo).
Cocinar en sartén o plancha, 4-5 minutos por lado.
En los últimos minutos, sumar el queso para que se derrita.
Armar con pan tostado y vegetales frescos.
Rinde: 4 hamburguesas.

2. Vegana de lentejas
Ideal para quienes siguen una dieta basada en plantas, esta versión reemplaza la carne por lentejas cocidas, avena y condimentos. Aporta proteína vegetal y mucho sabor.
Cómo se hace:
Mezclar lentejas, cebolla salteada, ajo, avena, harina de garbanzo y especias.
Formar las hamburguesas y cocinar en sartén con un poco de aceite.
Servir con pan vegano, lechuga, tomate, palta y hummus.
Rinde: 4 unidades.Conservación: hasta 4 días en heladera o 1 mes en freezer.

3. Sin TACC de pollo
Pensada para personas celíacas o con sensibilidad al gluten, esta receta usa carne de pollo, zanahoria rallada, huevo y harina de arroz o almidón de maíz. Puede servirse con pan sin TACC o al plato, con ensalada.
Paso a paso:
Mezclar los ingredientes, formar las hamburguesas y cocinar en sartén u horno.
Acompañar con rúcula, tomate y mayonesa apta.
Rinde: 4 porciones.Conservación: 3 días en heladera o congeladas hasta 1 mes.

Estas propuestas demuestran que hay una hamburguesa para cada paladar. Lo importante, más allá de los ingredientes, es el ritual: cocinar con ganas, saborear sin culpa y compartir. Porque si hay algo que une, es una buena hamburguesa.