Martina Bahiana Basgall Sequeira, de 17 años, estudia en la Escuela Carlos Pellegrini de Buenos Aires. Ian Valentín Gottlieb Godoy Garraza, de 20, terminó el año pasado el secundario y actualmente estudia Ingeniería Química en la Universidad Nacional de La Plata. Ambos han sido seleccionados entre los 50 mejores estudiantes del mundo para competir por el Premio Global Chegg.org 2024, que otorga 100.000 dólares a un "estudiante excepcional" medido por su impacto en su entorno y en sus compañeros. Estos jóvenes están comprometidos con el nivel académico y la sociedad en general.

La selección fue entre más de 11.000 nominaciones de 176 países. Martina es activista ambiental y social, y sueña con ampliar la Escuela de Educadores Ambientales. Por su parte, Ian planea usar el premio para fomentar la educación y la innovación en Argentina.

Los Primeros tuvo la oportunidad de dialogar con los dos jóvenes que hoy representan al país ante este premio mundial. "Las cosas se transforman colectivamente", dice Martina y alienta a los jóvenes a involucrase en su sociedad, a que aporten su granito de arena para construir ese mundo con el que sueñan.

"No estamos solos, somos muchísimos más los que queremos un país más justo, que queremos igualdad de oportunidades, que queremos que los jóvenes se inspiren de alguna manera y que vuelvan a creer en los sueños, que vuelvan a luchar y que lo tomen por el camino de la felicidad", dice Ian, motivando con sus palabras a todos los que sueñan con un país y un mundo mejor.

El Premio Global Chegg.org

El premio para estudiantes fue lanzado en 2021 en colaboración con la fundación Varkey. Está abierto a estudiantes mayores de 16 años, matriculados en instituciones académicas o programas de capacitación. Los candidatos son evaluados por sus logros académicos, impacto en sus compañeros, contribuciones a la comunidad y capacidad de superar adversidades.

En septiembre se anunciarán los 10 finalistas del premio. El año pasado, el ganador fue Nhial Deng, un refugiado sursudanés que empoderó a más de 20.000 refugiados en Kenia a través de programas de educación y emprendimiento.