El juez federal de Rosario Marcelo Bailaque, investigado por favorecer a imputados vinculados al narcotráfico y por delitos como extorsión y abuso de autoridad, dejará oficialmente su cargo en la Justicia. La renuncia fue aceptada por el presidente Javier Milei y se oficializó este martes mediante el Decreto 443/2025, publicado en el Boletín Oficial.

La decisión lleva las firmas del presidente y del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y establece:

“Acéptase, a partir del 1° de julio de 2025, la renuncia presentada por el doctor Marcelo Martín Bailaque al cargo de Juez del Juzgado Federal de Primera Instancia N° 4 de Rosario, provincia de Santa Fe”.

La presentación de la dimisión le permite al magistrado evitar una eventual destitución por parte del Consejo de la Magistratura y, en principio, conservar los beneficios del cargo, incluida su jubilación. Sin embargo, desde el Ejecutivo señalaron que si la Justicia avanza con una inhabilitación absoluta, podría perder esos privilegios.

El Gobierno busca que no conserve su jubilación

“El Gobierno pretende que se investigue a fondo y que, si se confirma la inhabilitación conforme al artículo 19 del Código Penal, el exjuez pierda el derecho a percibir la jubilación de privilegio”, explicó el secretario de Justicia, Sebastián Amerio.

Y agregó: “En la Nueva Argentina no hay intocables. Estamos llevando adelante una reforma profunda y estructural de la Justicia que permitirá que los delincuentes vayan presos”.

Los cargos contra Bailaque

Marcelo Bailaque enfrenta una causa judicial por presuntos vínculos con el narcotráfico en Rosario, además de otros delitos como extorsión, concusión, prevaricato, abuso de autoridad, incumplimiento de deberes de funcionario público, falsedad ideológica de documento público y allanamiento ilegal.

El juez federal de Rosario Marcelo Bailaque, investigado por favorecer a imputados vinculados al narcotráfico y por delitos como extorsión y abuso de autoridad.
El juez federal de Rosario Marcelo Bailaque, investigado por favorecer a imputados vinculados al narcotráfico y por delitos como extorsión y abuso de autoridad.

La aceptación de su renuncia implica la pérdida de fueros y habilita la ejecución de una prisión preventiva dispuesta por el propio Juzgado Federal N.º 4 de Rosario y ratificada por la Cámara Federal de Apelaciones.

A pesar de negar los cargos en un comunicado reciente, las fuentes judiciales atribuyen su renuncia a una acumulación de denuncias por mal desempeño, irregularidades graves y presunta protección a bandas narco.

Tres episodios clave en su contra

Según el dictamen que lo compromete, Bailaque enfrenta tres acusaciones principales por mal desempeño:

  1. Vínculos con el narco Esteban Alvarado: La Justicia investiga su relación con Gabriel Mizzau, contador y amigo del juez, por su presunto nexo con Alvarado. Bailaque fue acusado de haberse excusado tardíamente en una causa clave y de haber demorado intervenciones telefónicas a Rosa Capuano, implicada en la red narco.
  2. Extorsión a financistas: Se lo señala como parte de una maniobra entre el empresario Fernando Whpei y el exjefe de ARCA, Carlos Vaudagna (quien declaró como arrepentido), para extorsionar a dos financistas en 2019. Habrían armado causas para exigir dinero a cambio de cerrar investigaciones, en medio de una disputa interna en la aseguradora San Cristóbal.
  3. Relación con Whpei: También se cuestiona su cercanía con Whpei, hoy bajo prisión domiciliaria por delitos de extorsión. El vínculo personal entre ambos generó sospechas sobre imparcialidad y complicidad en distintos expedientes.

Una salida bajo presión

El Ejecutivo buscó acelerar su salida y formalizó su renuncia este lunes, en coordinación con el Ministerio de Justicia y la Corte Suprema. Bailaque había intentado defenderse por escrito en las últimas semanas, pero su posición se volvió insostenible.

“La sociedad exige jueces intachables. Este es un paso más en la reconstrucción institucional”, aseguró una fuente oficial.