El 18 de julio de 1994, un coche bomba estalló frente a la sede de la AMIA en Buenos Aires, un ataque terrorista que dejó un saldo trágico de 85 personas fallecidas y cientos de heridos. Por primera vez en la historia, el Parlamento de Israel, conocido como la Knesset, llevó a cabo un homenaje para recordar a las víctimas de este atentado. 

En este contexto, el embajador argentino en Israel, Axel Wahnish, expresó: "Esta ceremonia no sólo honra el pasado: es una declaración de principios hacia el futuro". La conmemoración, que se realizó a 31 años del atentado, fue presidida por Amir Ohana, presidente de la Knesset, junto con el diputado Erez Malul y el embajador Wahnish, quien ha sido un ferviente defensor de esta iniciativa. En el evento también participaron destacados representantes de la comunidad judía, como el presidente de la AMIA, Mario Sogol, y Javier Waldman, un sobreviviente del atentado. Además, estuvo presente, Amos Horn, hermano de Eitan, uno de los rehenes secuestrados por Hamas, lo que añade una dimensión adicional al evento. 

Durante su discurso, Wahnish hizo hincapié en la continuidad del sufrimiento causado por el mismo régimen que perpetró el atentado: "El mismo régimen que planeó el atentado en Buenos Aires sigue hoy atacando a Israel", afirmó. También se refirió al reciente avance legislativo en Argentina que permite los juicios en ausencia para los imputados del atentado, describiéndolo como "un punto de inflexión después de décadas de impunidad". 

Por su parte, el presidente de la Knesset, Amir Ohana, manifestó su solidaridad con las víctimas y sus familias, subrayando que "el pueblo judío y el Estado de Israel están con las víctimas del atentado, con sus familias, y con todo el pueblo argentino". Erez Malul, por su parte, destacó la resiliencia de la comunidad judía argentina, afirmando que, a pesar del ataque, “el pueblo argentino y su comunidad judía se levantaron, reconstruyeron y siguen siendo un ejemplo de dignidad”.