En medio de la crisis, son más los argentinos por día piden la ciudadanía española
Es a partir de la llamada Ley de Nietos, aprobada en octubre de 2022, que amplió la posiblidad de realizar este trámite.
El interés por tramitar la ciudadanía española siempre estuvo latente en la sociedad argentina, pero el descontento social ante la crisis económica y financiera que atraviesa el país hizo que, para muchos, se convirtiera en una necesidad. Ochenta argentinos por día piden la nacionalización del país de sus antepasados.
Es que desde que entró en vigencia la Ley de Memoria Democrática de España, conocida por estas latitudes como Ley de Nietos -que fue publicada en el Boletín Oficial español el 20 de octubre de 2022- aumentaron las solicitudes de nacionalización. La normativa cambió las reglas de juego y permitió reparar la cadena de transmisión de nacionalidad de padres a hijos que se había roto durante la Dictadura y la Guerra Civil Española.
Así, con el objetivo de reparar una "injusticia histórica", en la nueva legislación, que entró en vigencia el 21 de octubre de 2022, se flexibilizaron las previsiones de la última reforma y se incluyó a los hijos y nietos de emigrantes, y no sólo de los perseguidos políticos. "A partir de quienes no pudieron acceder a la ciudadanía en 2007, se proyectó lo que podía suceder. Por eso, el número de solicitudes que se reciben está dentro de lo previsto", indica una fuente del Consulado.
La reforma anterior se había sancionado en 2007. Permitió que los argentinos descendientes de españoles que habían sufrido la persecución de la dictadura franquista, que se extendió hasta 1978, pudieran acceder a la ciudadanía española. En otras palabras, posibilitó que los nacidos fuera de España de padre, madre, abuelo o abuela español que hubieran perdido la nacionalidad por haberse exiliado por razones políticas, ideológicas, de creencias u orientación sexual puedan optar a la misma.
También, incluyó a los hijos nacidos en el exterior de mujeres españolas que perdieron su nacionalidad por casarse con extranjeros antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978 y a aquellos cuyos padres obtuvieron la nacionalidad con la ley de 2007, cuando ellos ya eran mayores de edad.
Con la primera ley de Memoria, más de medio millón de descendientes de españoles (503.499) solicitaron la nacionalidad, la gran mayoría residentes en Argentina y Cuba.
Según datos oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores, en los tres primeros meses de aplicación de la ley se presentaron 24.729 solicitudes en todo el mundo, de las que se aprobaron 12.862 y se inscribieron 6668 nuevas nacionalidades. El país con mayor número de presentaciones fue Argentina (7.119).
Nacionalidad por residencia
El camino más fácil hacia la ciudadanía española lo tienen quienes llevan más de diez años residiendo de manera legal en este país europeo. Si bien esto es lo que dice el papel, hay una excepción que beneficia puntualmente a los argentinos que desean migrar a España, ya que para las personas de países latinoamericanos, Portugal, Filipinas, Andorra o Guinea Ecuatorial el período necesario se acorta a 2 años.
Estos años no se cuentan exclusivamente con el calendario, sino que hay una serie de requisitos que son necesarios para que este tiempo en España sea válido para solicitar la ciudadanía:
- Que sea legal: el reloj empieza a contar a partir de la primera tarjeta de permiso de residencia, que ahora es más fácil de obtener tras los cambios en la Ley de Extranjería
- Permanecer en el país: para que el período sea tomado por válido, el tiempo de residencia legal en España debe ser continuo y no interrumpirse
- No incluir los visados: los permisos de estudiante o turista no cuentan para completar el tiempo necesario para solicitar la ciudadanía
Las personas que cumplan estos requisitos todavía deberán demostrar su integración cultural con España para poder pedir ser sus ciudadanos. Esto se realiza a través de dos exámenes elaborados por el Instituto Cervantes, uno de idioma y el otro de cultura.
El de idioma no es obligatorio para las personas que provengan de países de habla hispana, pero sí deben rendir el examen CCSE (conocimientos constitucionales y socioculturales de España), que es obligatorio para todos los extranjeros que quieran nacionalizarse.
Por último, la aprobación de la nacionalidad está supeditada a un análisis de los antecedentes penales de la persona interesada, cuyos registros deben estar limpios para asumir la nueva ciudadanía.
Nacionalidad por opción
Otro camino se presenta para los hijos de españoles, quienes pueden solicitar la ciudadanía por opción. En el caso de los menores de 18 años hasta los 14, este trámite le corresponde a los mismos jóvenes, aunque con asistencia legal. A partir de la mayoría de edad, son los mismos hijos quienes pueden iniciar el trámite que -una vez concretado- les permitirá acceder al pasaporte español.
Este procedimiento debe ser hecho en el consulado español local, aunque los padres que residen en el país europeo y quieran solicitarla para sus hijos pueden hacerlo directamente desde España.
Los documentos a presentar abarcan en parte al progenitor por el que se puede solicitar la ciudadanía, así como a los descendientes que la requieren.
En cuanto a los primeros, el padre o la madre deberá acreditar que es de nacionalidad española a través de un Documento Nacional de Identidad o Pasaporte, y adjuntar un acta de manifestación, hecha ante un notario, en la que se aclare que desea que su hijo pueda acceder a la ciudadanía española.
Por otra parte, la persona que desee pedir la ciudanía del país europeo deberá juntar en una carpeta:
- Pasaporte
- Acta de nacimiento
- Autorización notarial
- Movimientos migratorios
- En el caso de los menores, el poder notarial dado por los progenitores
Con esta documentación en mano, ya podrá solicitarse la cita en el consulado para tratar el pedido. Es importante recordar que cada uno de los papeles a presentar debe estar legalizado y apostillado.
Además de los documentos personales y de los padres, en esta carpeta se tiene que constar un modelo de solicitud que se descarga desde el sitio oficial. El solicitante deberá escoger el tipo de solicitud que se adapta a su pedido, completarlo y adjuntarlo a la documentación oficial.
Una vez hecho esto, solo queda esperar la evaluación de la solicitud, que puede tardar aproximadamente un año, aunque el rango de respuesta del consulado varía entre 6 y 12 meses.
En caso de un resultado positivo, el próximo paso es que quien desee la nacionalidad participe de la jura que le otorgará la ciudadanía, y que en un plazo de 1 a 2 meses podrá pedir el pasaporte europeo.
Nacionalidad por matrimonio
La ilusión de adquirir la nacionalidad española por matrimonio terminó en el país ibérico en 1975 con la modificación del código civil español. A partir de entonces, el matrimonio no es un causal para obtener este beneficio, pero sí acelera el trámite para todos aquellos que lo hagan como una variante de la nacionalidad por residencia.
Ocurre que el matrimonio sí concede el permiso de residencia español que, aunque es un gran primer paso para instalarse en esa sociedad, también tiene ciertas limitaciones como la necesidad de renovarlo. Sin embargo, estar casado con un español o española permitirá que los plazos para pedir la nacionalidad por residencia se acorten de 10 a 1 año.
La vida en el país europeo deberá ser en convivencia con la pareja española y, al igual que en el caso de la nacionalidad por residencia, comenzará a contarse a partir del primer permiso de residencia recibido.