El Feng Shui propone distintas formas de mantener equilibrada la energía dentro del hogar. Una de las más conocidas y utilizadas en distintas culturas es el uso de la sal como herramienta para absorber las vibraciones negativas. Este elemento se considera una aliada poderosa para purificar ambientes y restablecer el flujo energético.

La sal ha sido usada durante siglos en rituales de limpieza, protección y purificación. En el contexto del Feng Shui, su uso adecuado ayuda a contrarrestar tensiones, malestares y bloqueos que pueden afectar la vida diaria. Aunque hay muchas maneras de incorporarla, existen lugares específicos del hogar donde su efecto es más potente.

Cómo actúa la sal en los espacios

La sal tiene la capacidad de absorber la energía densa que se acumula en determinados rincones del hogar. Esta acumulación puede deberse a conflictos familiares, visitas cargadas emocionalmente o simples desequilibrios generados por el desorden, la falta de luz o la escasa ventilación.

Según el Feng Shui, al colocar sal en puntos estratégicos, se facilita la limpieza energética del ambiente y se restablece el equilibrio. No se trata de un simple acto simbólico: la sal actúa como un “imán” que atrapa las vibraciones no deseadas.

Según el Feng Shui, ciertos espacios concentran vibraciones que conviene armonizar.
Según el Feng Shui, ciertos espacios concentran vibraciones que conviene armonizar.

Para que el ritual tenga efecto, es fundamental realizarlo con intención clara y desde una actitud de renovación. También es importante recordar que la sal, una vez cargada con energías negativas, debe ser desechada correctamente.

Dónde ubicarla

Estos son algunos de los lugares más recomendados para colocar sal en casa, siempre en pequeños recipientes de vidrio, cerámica o loza. Se recomienda cambiarla cada 15 días o antes si se nota humedad, coloración o aglutinamiento.

  • Esquinas de habitaciones: son zonas donde suele estancarse la energía. Colocar allí un puñado de sal marina en un recipiente ayuda a desbloquear el flujo.
  • Debajo de la cama: especialmente útil si se experimentan dificultades para dormir, pesadillas o inquietud nocturna.
  • Cerca de la puerta de entrada: para evitar que las energías externas negativas ingresen al hogar. También se puede espolvorear una línea fina de sal del lado exterior.
  • Cerca de aparatos electrónicos: ayudan a reducir la carga energética que emiten ciertos dispositivos.
  • En la cocina: este ambiente representa el centro de la vitalidad familiar. Tener un recipiente con sal visible favorece la protección energética.

Otra forma tradicional es utilizar sal gruesa mezclada con agua en un vaso y ubicarlo en zonas donde se perciban discusiones frecuentes o pesadez ambiental.

La limpieza energética comienza por prestar atención a los detalles cotidianos.
La limpieza energética comienza por prestar atención a los detalles cotidianos.

Recomendaciones

Si bien el uso de sal puede parecer un acto sencillo, es importante realizarlo con respeto y cuidado. Estos consejos te ayudarán a potenciar su efectividad:

  • Renovar la sal cada 15 días, sin tocarla directamente: desecharla envolviéndola en papel y tirándola lejos del hogar
  • Evitar colocarla en superficies metálicas o de plástico
  • Combinar este hábito con ventilación regular, limpieza del desorden y objetos simbólicos positivos, como plantas o cristales

El Feng Shui no propone soluciones mágicas, sino herramientas para cultivar la armonía en el día a día. En este sentido, la sal es una aliada práctica y accesible para empezar a transformar la energía del hogar desde lo cotidiano.

Según el Feng Shui, esto significa que se quemen las lámparas de luz en tu casa