Estacioneros alistan acciones legales por cortes de gas que afectan la venta de GNC
En medio de la reciente interrupción del suministro de gas natural, los actores del sector se encuentran analizando posibles acciones legales por incumplimiento de contrato, mientras expresan su preocupación por la posibilidad de que se produzca una crisis similar a la que afectó al país el año anterior.
En las últimas semanas, el sector de gas natural comprimido (GNC) en Argentina ha enfrentado un significativo desafío relacionado con el abastecimiento de productos en diversas provincias. Esta situación ha provocado una reacción notable por parte de los empresarios del sector, quienes han planteado preocupaciones sobre el impacto económico que esta problemática representa. Las restricciones en el suministro, impuestas por varias distribuidoras, han afectado incluso a aquellas estaciones de servicio que contaban con contratos de transporte firme.
Estos establecimientos, a pesar de su situación contractual, se han visto obligados a mantener sus operaciones abiertas sin poder despachar el combustible, lo que ha encendido las alarmas en el ámbito empresarial y entre las entidades gremiales. Juan Carlos Basílco, presidente de la Federación de Entidades de Combustibles, comunicó a surtidores.com.ar que se están elaborando acciones legales y reclamos administrativos dirigidos a las distribuidoras responsables. Se contempla la posibilidad de avanzar judicialmente por incumplimiento de contrato y la reclamación de lucro cesante.
Esta situación ha dejado a las estaciones de servicio sin ingresos, pero con la carga de seguir afrontando sus costos operativos, que incluyen salarios, servicios e impuestos. La comunicación emitida por las distribuidoras, realizada a través de correo electrónico, no especificó plazos para la reanudación del servicio, lo que ha incrementado la incertidumbre entre los operadores. Según declaraciones de la presidenta de la Cámara de Expendedores de La Pampa, esta medida ha sido justificada por el aumento extremo de la demanda residencial, que se ha visto agravada por las condiciones climáticas y por fallas en las instalaciones vitales para el suministro de gas. Además, se ha priorizado el abastecimiento a hogares, hospitales y escuelas, lo que ha relegado completamente a las estaciones de servicio.
A pesar de contar con contratos firmes, muchos operadores se han encontrado en una situación en la que el cumplimiento de estos acuerdos no garantiza el suministro. Oscar Olivero, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC, explicó que cada estación contrata un volumen anual de gas determinado, y al superar ese límite, pierde el derecho a seguir recibiendo el suministro, incluso con un contrato en vigor. Esto ha llevado a que muchas estaciones deban suspender sus servicios al alcanzar el tope de capacidad acordado. A la situación se suma el hecho de que el gas está llegando con menor presión, complicando aún más el panorama para las estaciones de servicio.
Desde un punto de vista técnico, el sistema no puede sostener una operación normal bajo estas condiciones, dado que la infraestructura presenta limitaciones tanto físicas como comerciales. Esto ha hecho que la planificación operativa de las estaciones, ya de por sí complicada, se vuelva aún más desafiante. Particularmente en regiones como La Pampa, existe un temor palpable a la repetición de un colapso similar al experimentado en 2024, cuando un corte total de más de 15 días llevó al cierre provisional de numerosas estaciones, dejando secuelas económicas que todavía no han sido completamente superadas.
La situación, por ende, plantea una serie de interrogantes sobre la sostenibilidad del abastecimiento de GNC en el país y las posibles repercusiones para los distintos actores involucrados en la cadena de suministro.