El ámbito del folclore argentino se encuentra conmovido ante el fallecimiento de Fernando del Valle Sosa, conocido afectuosamente como “Cachito”, quien fue hermano menor de la icónica Mercedes Sosa. Este suceso, ocurrido el pasado viernes, ha generado una profunda tristeza entre artistas, familiares y amigos, quienes lo recordaban por su papel significativo en la vida personal de la renombrada cantante. Con esta pérdida, la familia Sosa enfrenta nuevamente un luto, dado que en 2020 ya había despedido a Orlando “Chichí” Sosa, otro de sus hermanos. 

A lo largo de su vida, Fernando Sosa mantuvo un perfil mayoritariamente bajo ante los medios de comunicación, aunque su compromiso por mantener viva la memoria de Mercedes fue inquebrantable. Participó activamente en diversos actos y eventos que celebraban la trayectoria artística de su hermana, a quien consideraban una de las voces más emblemáticas de América Latina.

 Su dedicación, aunque discreta, fue constante y reconocida por los espacios culturales que honran la memoria de la cantante, contribuyendo a la preservación de su legado. Uno de los eventos más significativos en los que participó fue la inauguración del Museo Mercedes Sosa en Tucumán. Este museo no solo actúa como archivo y punto de encuentro, sino que también rinde homenaje a la vida y obra de la cantante.

 En dicha ocasión, Fernando Sosa expresó su entusiasmo por la iniciativa, resaltando su importancia tanto para la memoria familiar como para el turismo cultural en la región. A lo largo de los años, su participación en homenajes y eventos relacionados con Mercedes fue fundamental para mantener vivo el recuerdo de su legado artístico y político, especialmente en su Tucumán natal. La despedida de Fernando Sosa se lleva a cabo en una casa funeraria ubicada en Alejandro Heredia 2941, en la zona de Viamonte al 2600. 

Familiares, amigos y referentes culturales se acercan para rendir su último homenaje en un ambiente de respeto y cariño hacia una familia que ha dejado una huella indeleble en el folclore argentino. Con su partida, se extingue una voz íntima de la historia de Mercedes Sosa, y su legado como guardián del recuerdo de la artista perdurará en cada homenaje y en cada actividad que celebre su música.