Fotografiaron un ave de la que no se tenía información desde hace 55 años
Un descubrimiento clave para la biodiversidad mundial se logró gracias al trabajo en equipo entre comunidades locales y científicos en Nueva Bretaña.
En un hallazgo de alto valor para la ciencia, se logró fotografiar por primera vez en más de cinco décadas a un ejemplar del azor de Nueva Bretaña, una especie de ave de presa clasificada como vulnerable. Este descubrimiento ocurrió en un bosque de Papúa Nueva Guinea y fue informado por la organización WWF.
El registro fotográfico es el primero desde 1969, lo que lo convierte en un momento histórico para la fotografía de fauna silvestre, los amantes de los alimentos de la biodiversidad y la conservación global.
Ave rara: un misterio que la fotografía ayudó a resolver
El azor de Nueva Bretaña (Accipiter princeps) es un ave que solo habita en los bosques de esa isla del Pacífico.

Durante más de medio siglo se lo había observado esporádicamente, pero nunca había podido ser registrado mediante fotografías, grabaciones o capturas científicas.
La especie figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas elaborada por la UICN.
El descubrimiento: cómo se logró capturar la imagen del azor
La imagen fue tomada por el fotógrafo Tom Vierus, quien se encontraba explorando la zona de Pomio junto a miembros del equipo de WWF-Pacífico y con la ayuda de guías de comunidades locales.
Vierus explicó que tomó imágenes de muchas aves ese día sin saber que una de ellas era tan especial. La confirmación llegó luego por parte de especialistas en ornitología.
El rol clave de la ciencia y la comunidad en este descubrimiento
John Mittermeier, de American Bird Conservancy, señaló que el último registro científico confirmado era un espécimen conservado en un museo de Nueva York desde julio de 1969.
A pesar de reportes visuales no documentados en años anteriores, ninguno había sido tan contundente como esta fotografía.
La biodiversidad de Papúa Nueva Guinea y su riqueza única
Los bosques de Nueva Bretaña, donde vive esta especie, son parte de la cordillera de Nakanai, una región montañosa de gran valor ecológico que forma parte del Patrimonio Natural Tentativo de la UNESCO.
Esta zona es considerada uno de los ecosistemas más biodiversos del planeta, comparable con el Amazonas y el Congo.
Amenazas que enfrenta esta especie de ave en su hábitat
El azor de Nueva Bretaña se encuentra bajo presión por distintas amenazas ambientales: tala indiscriminada, agricultura intensiva, minería y proyectos de infraestructura.
Según Oscar Pileng, de WWF, este hallazgo debería ser un punto de partida para exigir mayor protección ambiental en la región.