En Argentina sólo el 21% de las personas trabajadoras ejerce la profesión que soñaba, según un estudio realizado por la plataforma de empleo Bumeran en el marco del Día Internacional del Trabajador. El relevamiento, que abarcó varios países de América Latina, posiciona a la Argentina como el país con mayor incongruencia entre vocación infantil y ocupación actual.

El 79% de los trabajadores argentinos encuestados admitió no haberse dedicado a lo que aspiraba en su niñez. Le siguen Chile (74%), Ecuador (73%), Panamá (65%) y Perú (62%). Además, la brecha entre sueño y realidad se profundizó: en 2024, ese porcentaje era del 76%, y en 2021 del 74%.

El CEO de Bumeran, Federico Barni, advirtió que esta distancia entre aspiraciones y empleo “impacta fuertemente en la satisfacción laboral”, y señaló que más de la mitad (55%) de los encuestados manifestó sentir frustración por no haber cumplido sus sueños laborales. En contraste, un 36% dijo no sentirse frustrado porque sus intereses cambiaron con el tiempo, mientras que el 9% consideró que su objetivo original era inalcanzable.

Vocaciones frustradas, trabajos actuales

Entre quienes se identifican como mujeres, las vocaciones más comunes en la niñez fueron profesora (16%), médica (15%), diseñadora (9%) y veterinaria (8%). Hoy, en cambio, muchas de ellas se desempeñan como vendedoras (32%), profesoras (25%) y cajeras (20%), además de trabajar en áreas como atención al cliente, administración, contabilidad y tareas domésticas.

En el caso de los hombres, el 18% soñaba con ser futbolista, seguido por ingeniero (11%) y periodista (7%). Sin embargo, actualmente el 32% trabaja como vendedor, el 22% como cajero y apenas el 9% logró ejercer como ingeniero.

Formación sin ejercicio profesional

El estudio también revela que el 54% de los encuestados estudió algo vinculado a su vocación de infancia, pero el 63% de ellos no trabaja en un área relacionada con esa formación. Este porcentaje es también el más alto entre los países encuestados. En Panamá, el 59% no ejerce lo que estudió, en Ecuador el 58%, mientras que en Chile y Perú la cifra es más baja: 51% y 35%, respectivamente.

Entre quienes no ejercen en su campo de formación o en su vocación soñada, el 34% dice sentirse agradecido de tener empleo, aunque no sea el ideal; el 29% expresó frustración y el 15% trata de enfocarse en cómo su trabajo actual puede servir a su desarrollo profesional.

Cambio de rumbo

A pesar de los desvíos del camino, el 84% de las personas afirma que cambiaría su ocupación actual por la profesión soñada si tuviera la oportunidad, un dato que reafirma el peso emocional de las vocaciones infantiles en la vida adulta. Solo un 16% asegura que prefiere conservar su puesto actual.

El informe de Bumeran vuelve a poner sobre la mesa la tensión entre mercado laboral, vocación y realización personal, una brecha que en Argentina parece crecer con el paso del tiempo. / El Tribuno