El cruce entre la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) y la Municipalidad capitalina escaló en las últimas horas luego de las declaraciones del titular de la SAT, Marcelo Caponio, sobre las inundaciones registradas tras la tormenta del martes. Caponio responsabilizó al secretario de Obras Públicas, Luis Lobo Chaklián, por el estado de los desagües pluviales y su impacto en el sistema cloacal, y pidió su remoción del cargo si no se adoptan soluciones técnicas efectivas.

Desde la SAT se señaló que la ciudad se inunda con cada lluvia intensa, aunque sin que los canales lleguen a desbordar. Según Caponio, el problema radica en desagües pluviales “inutilizados, llenos de basura o insuficientes”, que derivan en el colapso de las redes cloacales. Aseguró además que la entidad que conduce ha elevado reclamos formales a la Municipalidad por el efecto recurrente de las tormentas sobre las redes de saneamiento, sin obtener respuestas claras.

Las críticas fueron contundentes: “Si en 30 años no sabe qué desagüe pluvial hay que construir, ese tipo no puede estar más en ese cargo”, dijo Caponio, reclamando la incorporación de profesionales e ingenieros que brinden soluciones técnicas, junto con mantenimiento y ampliaciones necesarias para evitar fallas hidráulicas que afectan el sistema de cloacas.

En respuesta, Lobo Chaklián relativizó el tenor personal de la polémica y subrayó que su reproche apunta a la institución. Recordó que la Municipalidad afronta diariamente más de 400 pérdidas de agua y cloacas en distintos sectores, y propuso que Caponio recorra esos puntos para constatar la situación. El funcionario municipal sostuvo que las críticas del titular de la SAT afectan, además, a la gestión de la intendenta Rossana Chahla, y destacó la incorporación de 1.000 cuadras al sistema de recolección de residuos y los avances en obras públicas, pavimento, iluminación y otras áreas.

El intercambio puso en el centro dos aspectos recurrentes en la gestión urbana: la falta de coordinación institucional entre organismos responsables del saneamiento y las infraestructuras, y la definición de responsabilidades técnicas y políticas frente a episodios de precipitaciones intensas. Lobo Chaklián también cuestionó la idoneidad de Caponio para encabezar la SAT por su formación profesional, aludiendo a que es abogado y no ingeniero, y resaltó la necesidad de reconocer límites técnicos y trabajar con equipos especializados.

Por ahora, el conflicto continúa sin una conciliación aparente. Las partes coinciden en que existen problemas en la red —ya sea por falta de mantenimiento, por pérdidas y contaminación o por insuficiencia del sistema pluvial—, pero discrepan sobre el origen principal de esas deficiencias y sobre quién debe asumir la conducción de las soluciones. La discusión abre un desafío para la gestión local: articular una respuesta técnica y operativa coordinada que reduzca la vulnerabilidad ante futuras tormentas y mitigue el impacto sobre las redes de agua y cloacas.