Interrumpen el suministro de gas por frío extremo: industrias y estaciones de GNC afectadas
Las bajas temperaturas han llevado a un aumento significativo en la demanda de recursos, acercándose a niveles récord, mientras que dos yacimientos de la cuenca neuquina, clasificados bajo contratos 'interrumpibles', han cesado la inyección de fluido, complicando aún más la situación de escasez.
El reciente corte en el suministro de gas natural por parte del Gobierno argentino ha generado un impacto significativo en diversos sectores, en especial en la industria y el transporte de gas comprimido (GNC). La decisión, tomada para priorizar el abastecimiento de los hogares, responde a un aumento considerable en la demanda y a problemas operativos en yacimientos clave, como Vaca Muerta.
Fuentes oficiales confirmaron que el consumo de la demanda prioritaria ha superado los 90 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d), alcanzando cifras récord que han forzado a las distribuidoras a implementar cortes en los contratos de suministro interrumpible. Este tipo de contratos, que son más económicos y menos seguros, afectan principalmente a alrededor de 200 estaciones de servicio de GNC y a algunos usuarios industriales. Como se explicó, estos cortes son una medida necesaria para poder gestionar el suministro de gas hacia los hogares, que representan la demanda prioritaria.
El contexto climático también ha jugado un papel crucial en esta situación. Las temperaturas invernales han alcanzado niveles extremadamente bajos en varias regiones del país, con registros de hasta 18.2 grados bajo cero en Esquel y 11.2 grados en Neuquén. En la Ciudad de Buenos Aires, aunque la temperatura mínima del día 30 de junio fue de 3 grados, la sensación térmica se sintió por debajo de cero, lo que incrementó la demanda de gas para calefacción en los hogares. El sistema energético argentino enfrenta así un desafío complejo, ya que la combinación de una demanda residencial en aumento y problemas en la inyección de gas natural ha llevado a los operadores a recurrir a medidas extraordinarias.
Además de los cortes en los contratos interrumpibles, también se han implementado interrupciones en industrias que poseen contratos firmes, aunque con ciertas condiciones que permiten cierta flexibilidad en el suministro. Esto se traduce en un abastecimiento mínimo para no afectar la operatividad de las plantas. La situación es delicada y requiere un monitoreo constante, ya que se espera que el consumo continúe aumentando en los próximos días, lo que podría poner aún más presión sobre un sistema ya comprometido.
Mientras tanto, la población se enfrenta a un invierno riguroso, que no solo afecta la temperatura en el ambiente, sino que también ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del sistema energético argentino ante condiciones climáticas extremas y la dependencia del gas natural como fuente principal de calefacción.