La gripe aviar ya causó la muerte de más de 1.000 lobos marinos que habitan a lo largo de la costa de la Argentina. Los primeros casos en esa especie se habían detectado a principios de agosto en Tierra del Fuego, y luego la infección fue adquirida por animales que se encontraban más al norte, hasta en los puertos de Quequén y Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó a Infobae que murieron 1.091 lobos marinos desde el inicio del brote. Dentro de ese total, 12 son lobos marinos de dos pelos. El resto son lobos marinos de 1 pelo (se trata de especies diferentes).

“Desde agosto, vemos que siguen apareciendo 300 mamíferos muertos en la costa, principalmente en la costa de Río Negro”, dijo a Infobae la coordinadora general de epidemiología del SenasaAndrea Marcos. Además, se encontró que 2 elefantes marinos también fallecieron por el virus en la reserva de Punta Tombo, en la provincia de Chubut.

Desde el inicio de los brotes de gripe aviar en febrero, el Ministerio de Salud de la Nación hizo seguimiento a personas que estuvieron en contacto cercano con animales afectados. Hasta el momento se han registrado 21 casos sospechosos, que han sido estudiados, pero todos fueron descartados, según el último Boletín Epidemiológico de la cartera de Salud.

Cuándo comenzó

Los brotes de este patógeno habían empezado en febrero pasado en aves silvestres. Luego se expandieron a aves de corral de diferentes provincias. Y la Argentina perdió por primera vez su categoría “libre de la gripe aviar” en aves de corral. Pero la recuperó en agosto pasado cuando se constató que se habían controlado los brotes en establecimientos como granjas comerciales.