La escena ya es conocida por todos los tucumanos, desde hace años. En horas de la madrugada o cuando cae la tarde, invade una lluvia de hollín y gran cantidad de humo producto de la quema de caña de azúcar en la provincia. 

A raíz de esto, en el sur han dejado a numerosos vecinos sin acceso a internet y sin servicio de cable. Las llamas y el humo no solo afectan la calidad del aire, sino que también pueden dañar las líneas de transmisión de energía y las instalaciones de telecomunicaciones, como ocurrió en esta ocasión.

Esta práctica, es ilegal y está penada por la ley, pero no se detiene e incluso se agravaba por estas épocas de zafra. 

La quema de cañas afecta al sur tucumano

La Ley provincial 6.253 prohíbe la quema de caña en general, mientras que el decreto 1.955 prohíbe la quema de caña en pie, pastizales y rastrojos. Las multas previstas van desde 5 a 500 sueldos básicos de la administración pública. Además, no sólo se penaliza el fuego en cañaverales, sino también los campos ya quemados y la recepción en los ingenios tucumanos de caña quemada. Las multas previstas para los ingenios son de 10 sueldos básicos por cada rastra que se detecte ingresando al mismo.

Es crucial concientizar a la población sobre los peligros de estas quemas. Además de los problemas inmediatos de conectividad, las quemas pueden provocar incendios incontrolables, poniendo en riesgo vidas humanas y fauna local.