En las últimas semanas, se ha registrado un preocupante incremento en la quema de cañaverales en diversas localidades de Tucumán. Este fenómeno, habitual durante la zafra, recrudeció en los últimos días y no dan respiro a los bomberos que, en el caso de los voluntarios de Concepción, sofocan hasta cinco incendios diarios. Es decir que por semana alcanzan a tener hasta 40 servicios. La cifra ya supera a otros años.

El ambiente, envuelto en una nube de humo, se hizo irrespirable en algunos sectores. Las enfermedades respiratorias, alérgicas, de la piel y de los ojos, han repuntado a la par de los niveles de contaminación ambiental, según reportan profesionales de la salud. Silvina Rivas, terapista del hospital de Monteros, dijo que en estos días aparecieron “muchos problemas respiratorios y de la piel en pacientes de distintas edades”. 

“La inhalación del hollín de los ingenios y el humo de la quema de cañaverales es algo muy tóxico. Hay que tener en cuenta que el organismo viene sensibilizado después de la Covid. Por eso la gente sufre más el inconveniente”, advirtió la profesional. 

La infectóloga Adriana Bueno, del hospital Miguel Belascuain de Concepción, sostuvo que “la polución que nos impide ver el cielo y el horizonte, ocasiona alergias y un daño tremendo a las vías respiratorias”. En estos días, según dijo, las demandas de atención se hicieron incesantes.

Los más afectados son los que llegan con influenza, virus incisial respiratorio y antecedente de covid- “Yo misma soy víctima de la crisis de contaminación que padecemos. Los broncoespasmos y las rinitis rebrotaron con la polución producto de la quema de cañaverales y pastizales a la vera de la ruta. Aunque algunos (productores) dicen que la quema de cañaverales es perjudicial, sabemos sin embargo que estos son intencionales, se producen en determinadas propiedades y mediante procedimientos bien orquestados. No se quema al azar”, sostuvo la profesional.

El jefe de los Bomberos Voluntarios de “La Perla del Sur”, Eduardo Figueroa, también fue lapidario contra los responsables de cuidar el medio ambiente y evitar la actual crisis ambiental. “Para donde se mire hay columnas de humo por la quema de cañaverales. Esto sucede porque no hay control ni sanciones a nadie. La situación se puso crítica porque además los cañaverales y pastizales están muy combustibles a partir de las heladas que los han secado”, expuso.

“El daño ecológico es alarmante. Se perdió la visibilidad por completo. Y uno tiene que arribar de un incendio y volver a salir tras reponer agua, combustible y equipos. Es algo muy complicado y oneroso. Por día tenemos hasta cinco intervenciones, casi todas en casos con riesgo de que el fuego avance sobre poblados”, añadió. El bombero exhortó a la población a tomar conciencia y evitar hacer fuego cerca de pastizales o plantaciones de caña.