En el hospital Avellaneda se está llevando a cabo una obra significativa: la construcción de un pozo de agua con características especiales, cuya finalidad es garantizar un suministro de agua potable y segura tanto para el nosocomio como para la comunidad circundante. Este pozo, que alcanza una profundidad de 300 metros, está diseñado para proveer agua de excelente calidad y en cantidades adecuadas para satisfacer las necesidades de una institución que recibe diariamente entre 6.000 y 7.000 personas. 

Nuevo pozo de agua en el Hospital Avellaneda

El hospital no solo alberga a pacientes internados y a recién nacidos, sino que también es un punto de encuentro para el personal sanitario que trabaja en áreas críticas como la sala de parto y los quirófanos. Además, más de 2.500 pacientes acuden a sus consultorios externos y a la guardia, sin contar a aquellos que requieren servicios de diagnóstico como tomografías o análisis de laboratorio. 

Nuevo pozo de agua en el Hospital Avellaneda

La implementación de este pozo de agua representa un paso importante hacia la mejora de las condiciones de atención médica. La disponibilidad de agua de calidad no solo es vital para el funcionamiento diario del hospital, sino que también contribuye a la seguridad y bienestar de los pacientes y del personal. Al asegurar un recurso tan fundamental como el agua, el hospital se posiciona para ofrecer una atención más efectiva y confiable, lo que redunda en beneficios para todos los que dependen de sus servicios.