En la actualidad, la urbanización y el desarrollo de espacios públicos se han convertido en temas de interés primordial para muchas comunidades. En este contexto, se ha iniciado un proyecto significativo en el Parque Miguel Lillo, ubicado en una zona estratégica que atrae diariamente a una gran cantidad de visitantes, tanto de Tafí Viejo como de la capital tucumana. La obra en cuestión consiste en la colocación de un cerramiento perimetral que abarca un total de 1.200 metros lineales de rejas, con el objetivo de proteger este importante pulmón verde y prevenir actos de vandalismo, especialmente en horas nocturnas. 

Esta iniciativa responde a la necesidad de resguardar el parque, que se ha mantenido en condiciones óptimas, con un pasto crecido y verde, lo cual ha sido destacado por las autoridades municipales. Además del cerramiento, se prevé la instalación de cinco portones de acceso, los cuales estarán abiertos durante las horas habilitadas para la visita del público. Este aspecto es fundamental, ya que busca garantizar que tanto los niños como las familias puedan disfrutar del espacio de manera segura y placentera. 

La ejecución de esta obra tiene un plazo estimado de 30 días, lo que sugiere un compromiso por parte de las autoridades locales para llevar a cabo el proyecto de manera eficiente. La colocación de este cerramiento no solo se enfoca en mejorar la seguridad del Parque Miguel Lillo, sino que también tiene como objetivo fomentar un uso responsable y planificado de este espacio público. La relevancia del parque como uno de los más concurridos de la ciudad subraya la importancia de este tipo de iniciativas, que apuntan a crear un entorno más seguro y agradable para todos los ciudadanos. 

En conclusión, el cerramiento del Parque Miguel Lillo representa un paso hacia la mejora de la infraestructura urbana y la protección de los espacios públicos, promoviendo así un equilibrio entre la seguridad y el disfrute del entorno natural por parte de la comunidad.