Paso a paso para hacer el locro por el Día del Trabajador
Hay que apurarse a hacer las compras, ya que no abren los negocios en el feriado.
Al comenzar el mes de mayo empieza oficialmente la temporada de locro en la Argentina, coincide con el Día del Trabajador que es el 1 de mayo y con los primeros fríos de otoño que convierten el momento ideal para prepararlo en casa. Este plato noble y sustancioso es más que una comida; es un símbolo de unidad y tradición que se disfruta como el primero del año que luego se repetirá en las fechas patrias del 25 de mayo y el 9 de julio.
El locro es un guiso espeso que combina maíz, varias clases de carne, legumbres y vegetales, ingredientes que reflejan la mezcla de las culturas indígena y europea. Su preparación comienza desde temprano en la mañana y se cocina a fuego lento, permitiendo que todos los sabores se fusionen perfectamente. La espera culmina en un almuerzo comunal, donde familias y amigos se reúnen para compartir este plato lleno de historia y calor de hogar.
Al ser una fecha que conmemora al trabajador, el locro se vincula mucho en los círculos sindicales a este plato por tratarse de un plato de olla, económico y calórico. De esta manera, se popularizó el término olla popular gracias a su efectivo, masivo y alto alcance.
Receta de Locro para celebrar el feriado de 1 de mayo
Ingredientes:
- 500 g de maíz blanco
- 150 g de porotos pallares
- 200 g de panceta
- 300 g de falda
- 2 chorizos colorados
- 2 patitas de cerdo
- 200 g de zapallo
- 2 cebollas
- 1 cabeza de ajo
- 1 puerro
- Comino, pimentón, sal y pimienta
Preparación:
- Remojar el maíz y los porotos desde la noche anterior.
- Cocer en una olla grande el maíz y los porotos con las patitas de cerdo y la panceta durante 2 horas.
- Agregar la falda y los chorizos cortados en rodajas. Continuar la cocción por 1 hora.
- Incorporar el zapallo cortado en cubos, las cebollas, el ajo y el puerro picados. Condimentar con comino, pimentón, sal y pimienta al gusto.
- Dejar cocer a fuego lento hasta que todos los ingredientes estén tiernos y el zapallo se deshaga, espesando el guiso.
Este locro no solo alimenta el cuerpo sino que también reconforta el alma, haciendo del 1 de mayo un verdadero acto de celebración cultural y gastronómica en Argentina.