En la provincia de Tucumán, los ciclistas que emplean la Ruta Nacional 9 enfrentan una situación de elevada peligrosidad vinculada a la velocidad del tránsito y a la carencia de infraestructura específica para la circulación segura de bicicletas. Aunque las normas nacionales y provinciales prohíben expresamente la circulación de ciclistas en tramos de rutas nacionales de alta velocidad, la realidad muestra que miles de usuarios la utilizan tanto para entrenamientos como para paseos por ausencia de alternativas adecuadas. La tensión entre la normativa vigente y la práctica cotidiana se volvió más visible tras el incidente de dos ciclistas en menos de diez días de septiembre de 2025, entre ellos el conocido biker José “Cheo” Hernández.

Peligros y contexto

La Ruta 9 carece de una bicisenda o de banquinas amplias y continuas que permitan a los ciclistas circular con un nivel aceptable de seguridad; en varios tramos la calzada se estrecha y la proximidad entre bicicletas y vehículos pesados aumenta la probabilidad de siniestros. La vía concentra tránsito a alta velocidad, lo que reduce los márgenes de reacción ante maniobras imprevistas o fallas mecánicas y agrava la gravedad de los impactos cuando ocurren colisiones. Por otra parte, la existencia de una norma que prohíbe la circulación en ruta contrasta con la ausencia de alternativas viables —vías paralelas habilitadas, sendas segregadas o circuitos rurales señalizados— que expliquen por qué tantos ciclistas optan por seguir utilizándola.

Incidentes recientes

A comienzos de septiembre de 2025, José “Cheo” Hernández fue embestido por una camioneta en un hecho que le provocó un traumatismo craneoencefálico y lo dejó internado en cuidados intensivos; días más tarde, en otro tramo de la misma Ruta 9, ocurrió un segundo siniestro vial que tuvo como víctima fatal a Gonzalo Ezequiel Prokop, arrollado por un automóvil. Estos episodios no solo produjeron conmoción en la comunidad ciclista local, sino que también reavivaron el debate público sobre la seguridad vial y la necesidad de intervenciones estructurales.

Reclamos de la comunidad ciclista

Frente a este escenario, los ciclistas y sus organizaciones reclaman medidas concretas:

  • Construcción de una bicisenda que conecte la capital tucumana con El Cadillal: se trata de un proyecto existente en el planeamiento municipal y provincial, pero que todavía carece del financiamiento necesario para su ejecución. La obra sería clave para ofrecer una alternativa segura y reducir la circulación de bicicletas sobre la Ruta 9.
  • Mejoras en educación vial y en controles: solicitan campañas de concientización dirigidas a conductores y ciclistas, mayor fiscalización de velocidades y controles policiales en los tramos más conflictivos, y señalización específica que alerte sobre la presencia habitual de ciclistas en determinados sectores.

Consideraciones finales

La combinación de infraestructura insuficiente, tránsito a alta velocidad y la falta de opciones alternativas coloca a los ciclistas en una situación de riesgo sistemático en la Ruta 9. La reciente cadena de incidentes fatales volvió a poner en evidencia la necesidad de intervenciones integrales: desde obras de infraestructura seguras y financiación de proyectos de bicisendas, hasta políticas de educación vial y mayor fiscalización. La búsqueda de soluciones exige coordinación entre organismos nacionales, provinciales y municipales, junto con la participación de la comunidad ciclista, para lograr respuestas que reduzcan la probabilidad de nuevos siniestros y mejoren la convivencia en la vía pública.