La llegada de la Luna llena del 12 de mayo, conocida como “Luna de flores”, marcará uno de los eventos astronómicos más destacados del mes. No solamente por el esplendor que emanará de nuestro satélite natural, sino también por su tamaño revelador.

Además de ser la tradicional Luna de flores, el plenilunio del 12 de mayo será la última microluna del 2025, un fenómeno menos frecuente y visualmente sutil.

Una microluna ocurre cuando la Luna llena o nueva coincide con el apogeo lunar, es decir, el punto más alejado de la órbita elíptica del satélite respecto de la Tierra, a unos 405.000 kilómetros de distancia.

En contraposición, el perigeo es el punto más cercano, a unos 360.000 kilómetros, mientras que la distancia promedio entre ambos cuerpos es de 382.500 kilómetros.

En términos visuales, una microluna llena puede parecer entre un 5,9% y un 6,9% más pequeña que una luna llena promedio, y hasta un 14,1% más chica que una superluna —que ocurre cuando la luna llena coincide con el perigeo—. Esta diferencia es apenas perceptible a simple vista, aunque no pasa desapercibida para los observadores más atentos.

En cuanto a las mareas, una microluna tiene un efecto ligeramente atenuado: las variaciones provocadas en el nivel del mar son unos 5 centímetros menores que las producidas por las llamadas mareas vivas apogeicas.

El fenómeno, visible sin necesidad de telescopios desde cualquier punto del planeta, alcanzará su plenitud a las 16:56 GMT (13:56 en Argentina, 10:56 en México y 11:56 en Colombia), pero podrá apreciarse tanto la noche anterior como la siguiente.

Durante aproximadamente tres días, la Luna se mostrará casi en su totalidad iluminada. Aunque no adopta un color diferente por su denominación, cuando se encuentra cerca del horizonte puede adquirir tonalidades anaranjadas o amarillentas debido a la dispersión de la luz solar en la atmósfera.

Las alineaciones planetarias de mayo

El calendario astronómico de mayo no se detiene con la Luna llena. A medida que avance el mes, nuevas alineaciones planetarias captarán la atención de los aficionados al cielo nocturno. Durante las noches del 22 y 23 de mayo, la Luna menguante se aproximará a tres planetas en la constelación de Piscis: Saturno, Neptuno y Venus.

El 22 de mayo, la Luna se alineará con Saturno a las 17:45 GMT, y más tarde, a las 20:55 GMT, se acercará a Neptuno. El 23 de mayo será el turno de Venus, a las 23:25 GMT. Mientras que Saturno y Venus brillarán con fuerza suficiente para ser visibles sin ayuda, Neptuno, más tenue, requerirá binoculares para su observación. Astrónomos destacan que este planeta será el más cercano a la Luna durante el evento, posibilitando que ambos se observen en el mismo campo visual.

Qué otros eventos astronómicos destacados ocurren en mayo

Además de la conjunción con Marte y la ocultación estelar de principios de mes, mayo ofrece otros eventos significativos. La Luna nueva del 27 de mayo permitirá una observación más clara del cielo profundo, gracias a la ausencia de luz lunar.

Será un momento ideal para buscar objetos como la Nebulosa de Carina —visible en el hemisferio norte— o la Galaxia del Molinillo Austral, observada desde el sur. Aunque se requiere de instrumentos ópticos para ver estos cuerpos celestes con nitidez, el cielo despejado y oscuro en esas fechas brindará una vista privilegiada de estrellas y planetas como Mercurio, Saturno y Urano.

Mayo se presenta así como uno de los meses más ricos del año en términos de observación astronómica. Desde la majestuosa Luna de flores hasta las alineaciones planetarias, el firmamento regalará múltiples oportunidades para asombrarse y reconectar con el cosmos.