Rituales para protegerse de la mala suerte y aprovechar la energía del viernes 13 de junio

Hoy es viernes 13, un día que ha generado diversas interpretaciones a lo largo de la historia. Para muchos, se considera un día de mala suerte, donde se evitan ciertas actividades por temor a posibles infortunios. Sin embargo, en el ámbito esotérico, esta fecha adquiere un significado diferente, siendo vista como un momento de gran potencia y transformación. Algunos creen que es una oportunidad para cerrar ciclos, limpiar energías negativas y atraer nuevas oportunidades.

La simbología del número 13 es rica y profunda. Está asociado al concepto de muerte y renacimiento, especialmente en el tarot, donde el Arcano XIII representa estos ciclos. Asimismo, se relaciona con los ciclos lunares femeninos, dado que hay 13 lunas llenas en un año, y se vincula con lo oculto y lo desconocido. Por otra parte, el viernes es el día consagrado a Venus, el planeta del amor, la armonía y la fertilidad. Este contexto invita a reflexionar sobre las posibilidades que el día ofrece.

Ritual de protección energética

Ante la creencia de que el viernes 13 puede ser un día propenso a malas energías, muchas personas optan por realizar un ritual de protección. Este tipo de ritual busca crear un escudo que proteja frente a envidias y pensamientos negativos. Para llevarlo a cabo, se requieren algunos elementos: una vela blanca, un puñado de sal gruesa, un vaso de agua, un plato y una ramita de romero o laurel.

El siguiente es el procedimiento para realizar un rito de protección energética:

• Encender la vela blanca sobre un plato.
• Colocar el vaso con agua al lado y crear un pequeño círculo de sal gruesa que rodee la vela.
• Sostener la ramita de romero y pasarlo suavemente por el cuerpo, desde la cabeza hacia los pies, con la intención de “barrer” cualquier carga negativa. Durante este proceso, se puede decir en voz alta: “Me libero de toda energía negativa y me rodeo de luz y protección”.
• Dejar que la vela se consuma por completo. Al día siguiente, desechar el agua y la sal en una rejilla o por el inodoro.

Ritual para cerrar ciclos y soltar lo que no sirve

El número 13, en su conexión con la muerte y la transformación, sugiere que es un momento propicio para desprenderse de aquello que ya no es útil. Este proceso puede incluir la eliminación de emociones, vínculos o patrones que obstaculizan el avance personal. Para este ritual, se necesitarán un papel, algo para escribir, una vela negra o marrón (o blanca, si no se consiguen) y un recipiente resistente al fuego.

Para llevar a cabo un ritual de cierre de ciclos, se puede seguir este procedimiento:

• Escribir en el papel todo lo que se desea soltar: miedos, relaciones tóxicas y hábitos perjudiciales.
• Encender la vela.
• Leer en voz baja lo que se escribió, con la intención de liberarlo.
• Quemar el papel en el recipiente y observar su consumo, visualizando cómo se disipan esas cargas.
• Una vez consumido, desechar las cenizas lejos de la casa; se pueden enterrar o dejar que el viento las lleve.

Ritual para atraer buena fortuna y abrir caminos

El viernes 13 también puede ser aprovechado para atraer buenas energías que contrarrestan lo negativo. Este rito tiene como objetivo activar la abundancia y abrir oportunidades laborales, económicas o personales. Para realizarlo, se necesitará una vela verde, tres monedas (que pueden ser de baja denominación), canela en polvo y un papel con un deseo escrito.

A continuación, se detalla el proceso para un ritual de atracción de buena fortuna:

• Encender la vela y colocar las monedas frente a ella, formando un triángulo.
• Espolvorear canela sobre el papel y las monedas, mientras se dice: “La fortuna y las oportunidades llegan a mí con facilidad”.
• Dejar que la vela se consuma por completo.
• Guardar las monedas en la billetera hasta el siguiente viernes 13.

Estos rituales, aunque enmarcados en creencias esotéricas, ofrecen un espacio para la reflexión y la intención personal, permitiendo a los individuos tomar acciones simbólicas que pueden ser significativas en sus vidas.