Las vacaciones de invierno están culminando para muchos estudiantes en el país, marcando el regreso a las actividades escolares. En Tucumán, las escuelas reanudarán sus clases este lunes, lo que implica un retorno a la rutina educativa para los alumnos y sus familias. 

Este cambio puede generar una variedad de emociones, desde la alegría de reencontrarse con compañeros hasta el desafío de dejar atrás la relajación del receso. Es un momento significativo que da inicio a la segunda parte del año escolar.

Durante las vacaciones de invierno, los hábitos de sueño son más laxos, hay cambios en la dieta y el horario menos estructurado. Sin embargo, volver a la rutina después de este receso puede ser un desafío significativo. La transición puede ser complicada, ya que el regreso a la escuela y al trabajo conlleva una serie de ajustes.

Es importante recordar que el Ministerio de Educación es quien establece las fechas, a través de su calendario escolar. Dicho calendario no solo determina la vuelta a clases tras las vacaciones de invierno, sino que también fija las fechas de término del año lectivo y el inicio de las vacaciones estivales. Pero, se sabe, las vacaciones son un período tan importante como necesario.

¿Qué pasa si un estudiante no regresa el 21 de julio?

Desde el Ministerio de Educación recordaron que la asistencia es obligatoria y que las escuelas deben reportar cualquier inasistencia injustificada. Aquellos alumnos que no regresen este 21 de julio podrían enfrentar medida disciplinarias, además de perder clases calve para el inicio del segundo semestre.

Los colegios también deberán aplicar estrategias de nivelación para reforzar los temas vistos en el primer semestre y garantizar que todos los estudiantes estén preparados para los nuevos contenidos académicos.

Cinco consejos para volver a la rutina

Para las familias, la preparación y la planificación son esenciales para minimizar el estrés de volver a la rutina. Aquí, algunas estrategias para implementar antes de la vuelta al colegio:

  • Restablecer gradualmente los horarios de sueño y de comidas: unos días antes del regreso a la escuela, comienza a ajustar gradualmente la hora de acostarse y de levantarse. Según la Fundación Nacional del Sueño, los cambios graduales de 15 minutos por día son efectivos para restablecer un horario regular de sueño. Lo mismo para el horario de la cena. Esto ayuda a los niños a adaptarse sin la fatiga y el mal humor que puede acompañar a un cambio abrupto.
  • Comunicación abierta, empática y motivadora: la vuelta a la rutina puede generar ansiedad en los niños y adolescentes. Mantener una comunicación abierta, permitiéndoles expresar sus sentimientos y preocupaciones es crucial durante estos días. La escucha activa y validación de emociones puede ayudar a transitar este inicio.
  • Reducir gradualmente el tiempo de pantalla: limitar el tiempo que pasan frente a pantallas de televisión, tablets y videojuegos. Fomentar actividades como la lectura o juegos de mesa puede ayudar a hacer la transición más fácil.
  • Planificar menús saludables: durante las vacaciones, es común caer en la tentación de comidas menos saludables. Volver a una dieta equilibrada puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y los niveles de energía. La planificación de menús semanales con comidas ricas en nutrientes es otro elemento importante para facilitar este cambio.
  • Planificar las rutinas y organizar los materiales escolares: asegurarse de que los niños tengan todo el material escolar listo para el regreso a clases. Revisar mochilas, útiles escolares y ropa les ayudará a sentirse preparados y menos ansiosos Involucrar a los niños en esta tarea es fundamental para que se vayan mentalizando.