La planta de Topper en Aguilares anunció el despido de 22 trabajadores, apenas estos regresaron de sus vacaciones. Entre los afectados hay empleados con más de 20 años de antigüedad. Esta medida no es nueva, ya que el año pasado la empresa despidió a 120 empleados.

La falta de ventas y el exceso de stock son las principales razones detrás de estas decisiones. En 2023, la planta incluso paralizó su producción durante semanas, obligando a los trabajadores a tomar licencias, aunque en esa ocasión no hubo despidos.

El Sindicato de la Industria del Calzado está en alerta por la posible extensión de los despidos. La situación no solo afecta a Topper, sino que refleja una tendencia preocupante en el sector. Por ejemplo, la fábrica Puma en La Rioja también despidió a 23 empleados la semana pasada.

El impacto de estos despidos se extiende más allá de Tucumán, con casos similares en otras provincias, como el cierre de una planta de DASS en Coronel Suárez y despidos masivos en la fábrica Bicontinental de Chivilcoy, ambos en provincia de Buenos Aires.