Tragedia en las rutas nacionales: 11 muertos en solo 3 días
Las vacaciones de invierno se vieron marcadas por alarmantes tragedias viales, con once vidas perdidas en tan solo tres días debido a tres siniestros fatales en rutas nacionales, lo que evidencia una preocupante falta de seguridad en las autovías
Las recientes vacaciones de invierno en Argentina han dejado un trágico saldo que no puede ser ignorado. En un lapso de tres días, once vidas se extinguieron en tres accidentes viales fatales, desplegando una serie de preguntas inquietantes sobre la seguridad en las rutas nacionales del país. Las tragedias registradas en Santa Fe, Río Negro y Santa Cruz no son meros incidentes aislados; son un reflejo alarmante de un sistema que parece fallar a la hora de garantizar la integridad de sus ciudadanos en las vías.
El más reciente de los desastres ocurrió en la Ruta Nacional N° 11, donde un micro de la empresa “Santa Lucía”, que regresaba de un tour de compras, se estrelló de frente contra un camión. La colisión fue devastadora, resultando en la muerte de los dos choferes del ómnibus y un coordinador de viaje, además de diez heridos que fueron hospitalizados. Este trágico evento resalta las carencias en la señalización y el mantenimiento de las rutas, que en muchos casos son un laberinto de riesgos.
El hecho de que un camión intentara reincorporarse a la calzada desde una gomería a un ángulo tan peligroso es una llamada de atención sobre la falta de control y regulación en las autovías.
Aún más impactante fue el accidente en la Ruta Nacional 151, donde cuatro integrantes de una familia perdieron la vida tras chocar contra un camión en medio de una tormenta de nieve. La tragedia que envolvió a esta familia, oriunda de 25 de Mayo, La Pampa, resuena en el corazón de la comunidad, pero también plantea interrogantes sobre las condiciones de las rutas en días adversos.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, no dudó en señalar al gobierno nacional, acusándolo de negligencia y abandono. La frase "la desidia mata" se convierte en un eco doloroso que nos recuerda que las vidas perdidas podrían haberse evitado con una adecuada intervención estatal.
El primer accidente de esta cadena de fatalidades sucedió en la Ruta Nacional N° 3, en Santa Cruz, donde un micro de la empresa Andesmar colisionó con un camión, dejando un saldo de cuatro muertos y más de veinte heridos. Las primeras investigaciones sugieren que el conductor del camión podría haber estado dormido al volante. Este escenario, que se repite con alarmante frecuencia, pone de manifiesto una cruda realidad: la falta de atención a las condiciones de seguridad vial puede tener consecuencias fatales. Las autoridades, tras este siniestro, desestimaron que el clima o el estado del pavimento fueran factores influyentes, lo que nos lleva a cuestionar la responsabilidad de quienes administran y supervisan las rutas.
Estos tres episodios, que ocurrieron en plena temporada turística, revelan una preocupante falta de infraestructura y mantenimiento en las carreteras argentinas. Gobernadores, legisladores y organismos de seguridad vial han vuelto a centrar sus críticas en el Gobierno nacional por no tomar las medidas necesarias para evitar que estas tragedias continúen ocurriendo. En un contexto donde las familias lloran a sus seres queridos y claman por justicia, es inaceptable que la respuesta a estas calamidades sea la inacción. La creciente cifra de víctimas en las rutas no solo es un número, son vidas que se apagan por una situación que parece no tener fin. La seguridad vial en Argentina necesita urgentemente una revisión profunda y un compromiso real para que no se repitan estas tragedias.