Tren de cercanías: el ramal que podría conectar Simoca con San Miguel de Tucumán
Con una traza ya existente y condiciones favorables, un experto ferroviario propone reactivar el ramal de pasajeros entre San Miguel de Tucumán y Simoca. La idea, viable y concreta, espera solo una decisión política para ponerse en marcha.
Simoca, la Capital Nacional del Sulky y sede de una de las ferias más emblemáticas del país, podría estar mucho más cerca. Hoy, llegar desde San Miguel de Tucumán demanda casi 140 minutos en colectivo y un pasaje de $5.000. Pero, ¿y si se pudiera hacer el mismo trayecto en tren, en menos tiempo y pagando apenas el 10% de ese valor?
Ese interrogante motivó al experto ferroviario Ariel Espinoza, cuarta generación de ferroviarios y mecánico de locomotoras diesel y eléctricas, a realizar un estudio técnico para reactivar el ramal del Central Córdoba (CC) entre la capital tucumana y Simoca. Su conclusión: el proyecto es factible y solo necesita voluntad política.
Un tren de cercanías posible
Según el análisis de Espinoza, el tramo ferroviario entre San Miguel y Simoca es de 52 km, y con un servicio regular a velocidad promedio (36 km/h con paradas) podría completarse en 90 minutos. Lo bautizó como “tren de cercanías” y plantea que el costo operativo sería bajo, ya que gran parte de la infraestructura ya existe.
“El 80% del trabajo está hecho. Las vías están, las estaciones también. Solo hay que mejorar algunos tramos, pasos a nivel, baños, iluminación y elevar andenes. El resto es decisión política”, explica Espinoza, quien tiene diplomaturas en transporte, gestión de accidentes y comunicaciones.
Además de Simoca, el ramal incluiría paradas intermedias en García Fernández, Bella Vista y zonas del Gran Tucumán, como Manantial Sur, Benjamín Aráoz y la estación de calle 24 de Septiembre, a solo cinco cuadras del microcentro tucumano.
Una red desaprovechada
El ramal CC hoy está en manos del Belgrano Cargas, y aunque es utilizado para transporte de mercancías, Espinoza asegura que su potencial está subutilizado. “Hay plantas industriales como Paramérica o AGD que ya están conectadas al ramal, y otras como el Ingenio Bella Vista podrían usarlo, pero hoy sacan todo en camiones”, se lamenta.
¿Y por qué hasta Simoca? Porque allí se articula una red carretera que conecta con las rutas nacionales 38 y 157, además de rutas provinciales como la 326, 327, 328, 329 y 332. Esto permitiría proyectar, en una segunda etapa, un tren hasta Lamadrid, un pedido que –según el especialista– es recurrente entre los vecinos del sur.
Sin inversiones millonarias
“No hace falta capital internacional. Se puede usar material rodante fabricado en el país, como se hace en Buenos Aires con el Belgrano Sur o con el Tren Patagónico”, asegura Espinoza. Añade que incluso la gestión del servicio puede tercerizarse o coordinarse con universidades como la UTN, que ya elaboró un proyecto sobre el tema.
Solo habría que trabajar en los galibos (espacios laterales libres) para seguridad de los pasajeros, ya que hoy muchas zonas del ramal están cubiertas de árboles, vegetación e incluso construcciones precarias que, si bien no invaden las vías, deben ser despejadas.
Un impacto directo en la vida tucumana
Además del impacto turístico y cultural que tendría para Simoca, el tren aliviaría el tránsito en la capital y mejoraría la conectividad entre el norte y el sur provincial. "Tucumán es invivible en horas pico", sentencia Espinoza. Y concluye: “Esto no es un sueño lejano: es una posibilidad concreta que necesita apenas una firma para ponerse en marcha”.