Atlético Tucumán celebró sus 123 años con una noche de fiesta en el Monumental que congregó a cientos de hinchas. La jornada incluyó una feria, patio de comidas, galería fotográfica, espacios para los más chicos y espectáculos en vivo. A la medianoche, los presentes entonaron el feliz cumpleaños y disfrutaron un show de fuegos artificiales que iluminó el cielo tucumano, poniendo broche a una velada cargada de emoción. 

Hoy desde las 11 se realizará una Misa de Acción de Gracias en la Basílica de la Merced, y desde las 12 la Comisión Directiva rendirá homenaje en el Cementerio del Oeste al profesor Agenor Albornoz, socio fundador y primer presidente del club. Se prevé una ofrenda floral en el panteón donde descansan sus restos, en un acto que buscará rescatar los orígenes y las raíces de la institución. “Los primeros años fueron muy difíciles, lo que hizo que Atlético estuviera al borde de desaparecer, pero la perseverancia y el esfuerzo de ese grupo de luchadores hicieron que el club saliera adelante, recuerda Silvio Nava, historiador y jefe de prensa del club, en su blog. 

 Los orígenes del club se vinculan con reuniones que desde 1900 se realizaban en el internado dirigido por José Fierro, en la calle Córdoba entre Rivadavia y Laprida. Fierro, recordado por impulsar la educación física en la provincia, junto a Albornoz promovieron la fundación de Atlético como la primera entidad netamente deportiva de Tucumán, marcando el inicio de una tradición que hoy se celebra con orgullo.