El mejor cruce de la primera jornada de la fecha de clásicos en la Copa de la Liga se jugó en el Gigante de Alberdi, donde Belgrano y Talleres protagonizaron un partidazo.

Desde el inicio, como para contrarrestar el flojo espectáculo que ofrecían en Parque Patricios Huracán y San Lorenzo, los grandes cordobeses se trenzaron en un choque sin concesiones.

Y las emociones llegaron temprano, tanto que al minuto de juego, Reyna y ponía en ventaja al local y daba un anticipo de lo que se venía.

A partir de ahí fue una montaña rusa de emociones, porque la T se fue con todo arriba a buscar la igualdad y el pirata se dedicó a buscar una ampliación de la ventaja.

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El partido se hizo de ida y vuelta, con muchas situaciones de peligro, hasta que a los 31 minutos, Sosa estableció la igualdad, que de todas maneras no iba a durar mucho.

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Porque a los 37', Meriano puso otra vez a Belgrano arriba en el marcador, para delirio de la parcialidad que colmó el Gigante, que ya se veía disfrutando el entretiempo en ventaja.

Y asi fue a pesa de que cuando la se jugaba tiempo adicionado en la primera mitad, el árbitro sancionó penal para Talleres, pero sólo para que Bustos desperdiciara la oportunidad.

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Cualquiera diría que semejante situación en un clásico de este calibre sería una caída dura de remontar, pero a la T le tomó sólo tres minutos.

A los 48' Martínez volvió a equilibrar el marcador, que ya no volvería a moverse, a pesar de que ninguno de los protagonistas bajó la intensidad de un partido que no dio respiro.

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Al final, el empate pareció lo más justo sobre todo porque después de semejante espectáculo, era una injusticia que uno de los dos se fuera con las manos vacías.