Robert Carmona es un jugador uruguayo de 60 años. Lleva más de 45 temporadas ininterrumpidas jugando al fútbol oficialmente.

Su pasión la expresa con estas palabras: "Siento que he recibido un don y no lo he desaprovechado, me siento muy vivo y con la energía de un joven".

Con todas las ganas de la juventud, el futbolista aún se desempeña profesionalmente y piensa hacerlo por mucho más.

La historia de Robert Carmona

Si bien hubo muchísimos futbolistas que volvieron a disputar un partido oficial después del retiro, lo de Robert Carmona es insuperable. A los 60 años fue titular en la primera fecha de la Cuarta División uruguaya y lleva más de 45 temporadas ininterrumpidas jugando al fútbol oficialmente.

El futbolista uruguayo que ingresó al libro Guinness de los récord por ser el más longevo en actividad, volvió a ser noticia por haber jugado un nuevo partido con la camiseta de Club Social y Deportivo Hacele Un Gol A La Vida.

Pese a que su equipo debutó con una derrota por 3 a 1 ante Unión de San José por la Divisional D del fútbol uruguayo, Carmona pudo seguir ampliando su leyenda como el jugador más longevo del mundo. Además, su rol es tan importante dentro del plantel que es el capitán.

Cristiano Ronaldo habló tras los rumores de su salida del Manchester

"En la historia del fútbol mundial a nivel oficial ha habido unos diez o 15 futbolistas longevos pero la mayoría interrumpieron su actividad y volvieron a jugar en algún club muchos años después. En mi caso, me he mantenido jugando de manera ininterrumpida desde que comencé mi carrera profesional en 1976", comentó el uruguayo.

"Con códigos, respeto y valores, uno puede triunfar en la vida. No hace falta ser Maradona, Messi o millonario", dijo Carmona.  Y agregó: "No podría definir de manera sencilla cual es mi fórmula de la longevidad, son varios factores: una buena alimentación, disciplina en el entrenamiento, alejado del sedentarismo, alcohol y drogas, y a pesar de haber tenido una vida difícil desde mi niñez, me he mantenido con una actitud siempre muy positiva".

Cuando tenía 10 años, Robert perdió a su padre, quien antes de morir le pidió dos cosas: que cuide a su madre y que fuera futbolista. Él no quiso fallarle. Su primera experiencia profesional fue en 1977, cuando tenía 15 años, en el club Pan de Azúcar de su país. Tras representar a varios equipos charrúas, jugó en Estados Unidos, a donde desembarcó con sólo 1 dólar en el bolsillo y sin hablar inglés, y en donde residió durante gran parte de su estadía en los sótanos de sus compañeros de equipo. Al regresar a Uruguay, vivió su primera situación insólita: compartió cancha con el nieto de uno de sus compañeros de los '80. Este año, le surgió la posibilidad de emigrar a España, tentado por el flamante proyecto del Inter Ibiza CD, una institución de reciente creación que juega un torneo regional que da posibilidades de ascender a la Tercera División. Siempre estuvo lejos de la élite, pero cerca de su pasión.

La fuerza de su corazón es la principal razón por la que se convirtió en el futbolista más longevo del mundo.