Con el espíritu de los Chasquis, la 9.ª edición del Cruce Calchaquí promete convertir el próximo 30 de agosto en una fiesta del running, la cultura y el turismo en el norte argentino. Desde la largada en Tafí del Valle hasta el exigente paso por El Infiernillo a 3.042 msnm, la carrera non‑stop que une Tucumán y Salta recupera esa mezcla única de desafío deportivo y tradición regional que tanto atrae a participantes y público.

La presentación oficial en el Ente Tucumán Turismo contó con la presencia de autoridades y referentes del evento: Domingo Amaya, presidente del organismo; Marcos Alfonso, presidente de la Fundación Valles Calchaquíes – Cruce Calchaquí; y Mario Retali, tesorero de la institución organizadora. Amaya destacó con entusiasmo que el Cruce Calchaquí ya se consolidó como “uno de los más importantes del norte argentino” y remarcó el valor del deporte como motor para promover hábitos saludables, la sustentabilidad y la promoción turística de Tucumán a nivel nacional e internacional.

El Cruce Calchaquí desafía a atletas de montaña en una nueva edición

Con un cupo de 350 corredores rápidamente cubierto por atletas de Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Córdoba y Mendoza, la prueba reunirá a 55 equipos entre corredores de alto rendimiento y amateurs. El formato por equipos y postas —uno de los rasgos distintivos del Cruce— obliga a la organización colectiva: cada grupo deberá gestionar sus fuerzas para completar tramos de 21 kilómetros, potenciando la camaradería y el trabajo en equipo, tal como resaltó Retali.

Recorriendo la mítica Ruta 40 y combinando tramos de asfalto y ripio, la prueba pedirá lo mejor de cada corredor, especialmente en El Infiernillo, el tramo más exigente. Pero, más allá del esfuerzo físico, el Cruce se afirma como un acontecimiento social: “Más allá de la competencia, el Cruce se ha convertido en un evento social, donde participan amigos, familias y comunidades enteras”, subrayó Alfonso, remarcando el imán turístico y cultural que genera en los valles la concurrencia de visitantes y el movimiento económico asociado.

Con el lema “Todos los pueblos, todas las plazas”, la carrera integra a las comunidades a lo largo del recorrido: vecinos y emprendedores locales aprovechan para exhibir y vender productos regionales, ofreciendo a corredores y público la riqueza de los sabores y saberes ancestrales del Valle Calchaquí. Para Amaya, esta interacción es una oportunidad inmejorable para mostrar al país y al mundo la singularidad de la región, muy sensible para los tucumanos y de alto valor turístico.

El Cruce Calchaquí desafía a atletas de montaña en una nueva edición

Declarado de Interés Turístico por el Ente Tucumán Turismo, el Cruce Calchaquí no solo impulsa el deporte sino que también posiciona a la provincia como sede de eventos de gran envergadura y con impacto regional. La organización ya piensa en la 10.ª edición: ante la creciente demanda, proyectan ampliar el cupo de participantes para que más equipos vivan esta experiencia que combina esfuerzo, paisaje y comunidad.

Si sos corredor o amante del deporte y la cultura regional, el Cruce Calchaquí es una cita obligada. Allí se respira tradición, se celebra el trabajo colectivo y se comparte la hospitalidad del Norte argentino: una propuesta que invita a participar, acompañar y descubrir los valles como pocos eventos saben hacerlo.

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