En un partido muy movido ante Gimnasia de Jujuy, San Telmo vivió una tarde para el recuerdo. A los 24 minutos Nicolás Morro abrió el marcador de cabeza y cuatro minutos después Joaquín Enrico, el arquero, salió jugando, sacó de volea desde su área y la pelota picó frente al rival para meterse en el arco contrario: gol de arco a arco que desató la locura en la Isla Maciel, entre lluvia y viento. 

La jugada, simple y asombrosa, hizo estallar a los hinchas y recorrió las redes en cuestión de minutos. El tanto de Enrico provocó festejos y comentarios en la tribuna, donde muchos todavía celebraban el gol de Morro cuando llegó la sorpresa del arquero. 

Con este triunfo parcial, San Telmo suma tres puntos valiosos en la Primera Nacional y alimenta la ilusión de seguir subiendo. Para Enrico será una tarde difícil de olvidar: un gol que queda en la memoria y en las anécdotas del club.