Luego de la derrota de Atlético Tucumán ante San Lorenzo, el pasado lunes, y de las fuertes repercusiones que dejó la reacción de Leandro Díaz en pleno estadio, el clima interno del “Decano” se volvió tema central en el mundo futbolístico. En medio de versiones que hablaban de conflictos salariales, el plantel profesional rompió el silencio y emitió un comunicado oficial, publicado simultáneamente en las cuentas de Instagram de los jugadores.

En el texto, titulado “Queridos hinchas decanos”, los futbolistas reconocen que cometieron el error de no haber expuesto antes la situación que atraviesan puertas adentro del club, pero aseguran que lo hicieron confiando en que la dirigencia escucharía sus reclamos.

“Queremos dejar en claro que esto no es un reclamo económico, como intentaron instalar desde la dirigencia. Nuestro malestar surge de una acumulación de cosas que entendemos son fundamentales para que Atlético Tucumán crezca como institución”, expresaron los jugadores.

El comunicado también pone el foco en el trato hacia los empleados del club y en la falta de acompañamiento dirigencial, que, según los futbolistas, “es casi inexistente, salvo ante los equipos grandes”.

Sobre la decisión de no concentrar antes del partido contra San Lorenzo, los jugadores explicaron que fue una última instancia, luego de varios intentos de diálogo con la dirigencia.

“Era una manera de expresar nuestro malestar sin generar conflictos públicos ni afectar al hincha, que siempre está y no tiene por qué cargar con problemas internos”, afirmaron.

El texto concluye con un mensaje de compromiso y pertenencia:

“Nos duele tener que llegar a este punto, pero creemos que el hincha merece saber la verdad. Defendemos esta camiseta con orgullo y queremos un Atlético Tucumán mejor”.

El comunicado fue firmado de manera conjunta por todo el plantel profesional, un gesto inusual que refleja el nivel de tensión interna entre los jugadores y la dirigencia encabezada por Mario Leito.

Mario Leito, tras la fatídica noche de Atlético: “Nuestros problemas no son económicos, sino financieros”