La reciente reincorporación de Franco Colapinto a la Fórmula 1 ha generado un renovado interés en la escudería Alpine, que a partir de su confirmación como piloto titular ha comenzado a mostrar con mayor énfasis las acciones del joven argentino. Durante su período como piloto de reserva, el equipo había optado por mantener un perfil bajo en cuanto a su exposición, especialmente debido a la presión ejercida sobre su compañero Jack Doohan. Sin embargo, desde su ascenso al monoplaza, la atención se ha centrado en él. Un ejemplo de esto es la reciente publicación en la cuenta oficial de Alpine en la red social X, donde se compartió un video en el que Colapinto se encuentra al volante de un simulador, explicando cómo se preparará para el Gran Premio de Mónaco.

Este evento, programado para el próximo fin de semana, marcará la segunda carrera de Colapinto desde su regreso al circuito, tras su debut con el A525 de Alpine en el Gran Premio de Imola, donde ocupó el 16° lugar. Su desempeño en Mónaco será observado con atención, ya que es un trazado emblemático que presenta desafíos únicos para los pilotos.

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Colapinto mostró el circuito de Mónaco en el simulador

El movimiento en las redes sociales, aunque orientado a dar visibilidad a las acciones de Alpine, subraya la relevancia del trabajo que los pilotos realizan en el simulador. Colapinto ya había estado involucrado en esta labor durante las primeras carreras del año, cuando era piloto de reserva, y su contribución fue clave en la configuración del auto de su compañero Pierre Gasly en Sakhir.

La importancia del trabajo en el simulador

El papel de Colapinto en el simulador puede parecer invisible para el público, pero es fundamental para el equipo. En Enstone, Inglaterra, su trabajo consiste en una tarea de precisión y extrema sensibilidad. Los pilotos en el simulador realizan pruebas de detalles que pueden parecer marginales, pero que son cruciales para mejorar los tiempos de vuelta en fracciones de segundo y para evaluar el rendimiento de diferentes compuestos de neumáticos en tandas largas. En el contexto competitivo actual, una mejora de solo dos décimas puede traducirse en ganar o perder entre cinco y siete posiciones en la parrilla, en la que Alpine compite junto a equipos como Williams, Racing Bulls y, ocasionalmente, Haas.

Durante su tiempo como piloto de reserva en Williams, Colapinto sorprendió a los ingenieros por su elevada sensibilidad y la precisión de sus observaciones acerca del comportamiento del coche en el simulador. Sin embargo, es importante destacar que el piloto de simulador no experimenta las fuerzas físicas que se sienten en la pista, como la fuerza centrífuga en curvas, que en la Fórmula 1 puede alcanzar hasta 5G. Por ello, debe compensar la falta de información sensorial a través de su visión y una sensibilidad extrema, así como la capacidad de percibir los más mínimos cambios en la fuerza de retorno del volante motorizado.