El Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, publicó un comunicado en el que responsabilizó a la Provincia de Buenos Aires por los incidentes ocurridos este miércoles en el estadio de Independiente, durante la revancha de octavos de final de la Copa Sudamericana frente a la Universidad de Chile. Según la cartera, frente a la violencia desatada por la hinchada visitante y la inacción de las autoridades de la Provincia de Buenos Aires, se dispusieron acciones inmediatas e iniciaron actuaciones para sancionar a los responsables”.

En el mismo texto, el ministerio afirmó que el operativo correspondía a la jurisdicción bonaerense y cuestionó el desempeño de la Policía Provincial y de Aprevide: “La Policía Bonaerense y Aprevide condujeron un dispositivo con fallas graves: ingreso violento de la barra visitante, destrozos, proyectiles, deficiencias en las requisas y desoír la recomendación de Conmebol de instalar redes de contención”. Además, señalaron que la Policía había recibido “la orden de no intervenir desde antes del inicio del partido, lo que prolongó la violencia sin control y dejó una tragedia”.

El ministerio también vinculó la situación con decisiones políticas: sostuvo que “esta irresponsabilidad se agrava cuando el gobernador Axel Kicillof y el presidente de la AFA deciden, de manera conjunta, llevar adelante una acción propagandística y electoral anunciando el regreso del público visitante en el fútbol local, con una evidente incapacidad de acción y la falta de planificación y de medidas de prevención necesarias”.

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La postura de la Policía Bonaerense

Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, responsabilizó a la Conmebol por la secuencia de hechos y aseguró en diálogo con Infobae en Vivo que antes del inicio ya se advertía un comportamiento hostil de la hinchada visitante. Alonso afirmó que durante el primer tiempo se recomendó suspender el partido para desalojar a los fanáticos de la U. de Chile, pero “fue descartada por el delegado de la Conmebol”.

Alonso insistió en que hubo incumplimiento de protocolos: “Ninguno de esos protocolos se cumplió”, y dijo que la demora en la intervención se debió a que la Conmebol debía presidir el comité de crisis y tomar la decisión. Según su relato, si “el partido se suspendía en el primer tiempo, no hubiese pasado nada de lo que pasó”. También remarcó la necesidad de sanciones: “Con estos clubes y barras violentas hay que ser firmes: si no se saben comportar, que no vengan a la cancha”.